En el juicio por delitos de lesa humanidad denunciaron al cortista Caballero Vidal

Un giro inesperado tuvo este lunes el megajuicio por delitos de lesa humanidad cometidos en San Juan en la última dictadura militar, cuando el abogado de la familia de un docente de la UNSJ secuestrado y torturado en aquellos años acusó al cortista Juan Carlos Caballero Vidal de haberlo amedrentado con un arma en su despacho.

Se trata de Pedro Eduardo Bayugar, abogado de Héctor Cevinelli, el docente universitario víctima de delitos de lesa humanidad. El letrado declaró ante el tribunal oral federal este lunes en el eficio del Rectorado y contó una anécdota que sorprendentemente dejó al ministro de la corte en situación de ser investigado.

Bayugar relató un episodio que vivió con Caballero Vidal cuando el magistrado aún era juez penal de primera instancia. Cevinelli había aparecido luego de su secuestro y la familia respiraba aliviada, pero aún estaba abierta otra causa porque las fuerzas que se lo llevaron además robaron una moto y otros bienes.

Para avanzar con esta segunda causa es que Bayugar se entrevistó con Caballero Vidal. Este fue su relato este lunes, acerca de cómo fue su encuentro con el hoy ministro de la Corte de Justicia de San Juan:

 

 

"Después de esos múltiples trámites, visitas y demás, en las que yo no participé mucho sino la esposa, que tenía principalmente esa tarea, un día me dicen 'apareció El Gringo', que era el apodo que tenía entre nosotros", comenzó Bayugar.

"Me presenté después de eso ante el juzgado de la provincia, del doctor Caballero Vidal para decirle personalmente que había aparecido. Quiero aclarar que yo trabajé en tribunales cinco años y de esos, cuatro fueron en el cuarto juzgado del crimen y uno en el sexto juzgado donde ya era juez a cargo Caballero Vidal. Entonces me senté personalmente y le dije que había aparecido Cevinelli", continuó.

"Ahí tuvimos una charla en la que él manifestó que él sabía que Cevinelli no tenía nada que ver con la subversión y que tenía muchas posibilidades de aparecer. Que en realidad él sabía que había tenido algunos conflictos en el comedor universitario, cosa que yo desconocía", prosiguió.

"Bueno, seguimos en esa conversación. Lo más grave había pasado. Entonces dije que quedaba el tema del robo de la moto y algunas otras cosas personales que se llevaron. Bueno eso se iba a tramitar ante el juzgado en turno de ese momento que era el juzgado de la cuarta nominación, si no me equivoco. Fue ahí que me dijo: 'Bueno supongo que tendrán poderosas razones para olvidarse de todo lo acontecido'. Sacó una pistola 9 milímetros del cajón y la puso arriba del escritorio. A lo que yo contesté: 'Sí sí, claro. Chau, chau, hasta luego'. Nos despedimos", relató ante la atenta mirada del tribunal.

"Afuera estaba la esposa de Cevinelli. Y le dije: 'Mirá, decí cualquier cosa, decí que chocaste la moto, cualquier otra historia, para que se archiven las actuaciones. Lo más importante es que apareció Cevinelli. Lo demás no tiene importancia'. Y creo que eso fue lo que ella declaró en el juzgado de  cuarta denominación. Con lo que se dieron por terminadas las actuaciones", continuó.

"Y en el juzgado federal intenté hablar alguna vez con quien era juez, Gerarduzzi, pero no pude hablar. Solo hablé con el fiscal Yannello. Pero en definitiva no hicimos el trámite para dar por terminado y que se archive ese amparo", concluyó Bayugar.