JUDICIAL

Masacró a golpes a su hijastro y le dieron perpetua

El Tribunal Oral en lo Criminal 13 condenó a Leandro Sarli, quien asesinó a Leandro Marrero, de 5 años, en junio de 2015. En el mismo juicio fue absuelta la mamá del niño, Bárbara González. El acusado declaró en su momento que el chico falleció tras haber caído de la bañera.
viernes, 23 de junio de 2017 · 14:28
El Tribunal Oral en lo Criminal 13 condenó a prisión perpetua a Leandro Sarli, el hombre que asesinó a golpes a su hijastro de 5 años en su casa del barrio porteño de Flores en 2015, y absolvió a la madre del menor de edad. Fuentes judiciales informaron que la madre del niño, Bárbara González Bonorino, de 32 años, quedó formalmente absuelta luego de que la fiscalía y la querella no la acusaran por el crimen de su hijo. Sarli, condenado por el tribunal a prisión perpetua, estaba acusado por "homicidio agravado por haber sido cometido por alevosía y ensañamiento”.

El niño Agustín Marrero, de 5 años, fue asesinado el 7 de junio de 2015 y en el expediente consta que el padrastro lo golpeó y le provocó la muerte. Tras el hecho, el hombre llamó al Same y sostuvo que el niño, cuya autopsia reveló que tenía el hígado destrozado por el ataques a golpes, se había herido al caer de la bañera. La autopsia determinó que el menor de edad sufrió "desgarro hepático, hemoperitoneo, hemorragia perirrenal y hematoma subdural”. Asimismo, reveló que se encontraron heridas anteriores a las que le causaron la muerte.

El ataque fue confirmado por la hermana del niño, de 8 años, en el sistema de Cámara Gesell, donde dijo que su padrastro se enojó cuando su hermano se puso el pantalón al revés, por lo que empezó a golpearlo y lo levantó del cuello en el aire. El asesinato derivó en un conflicto entre autoridades educativas de la ciudad de Buenos Aires y docentes del colegio donde asistía el niño, que fueron sancionadas por no denunciar los ataques a los que era sometido el menor de edad. Una jueza porteña, en ese marco, ordenó en febrero de 2016 reponer en sus cargos a la directora y una docente del Jardín de Infantes N2 de Flores, que habían sido apartadas de su cargo por no haber advertido los malos tratos a los que era sometido el niño.

Comentarios