CRÓNICAS POLICIALES

"El dinero no me devuelve las piernas, mis piernas no tienen precio"

Julián Suraci quedó cuadripléjico en 2008, a raíz de un accidente de tránsito. En Crónicas Policiales, que conduce Gustavo Martínez Puga en Canal 13, el joven cuenta cómo la tragedia le cambió la vida, y cómo a través de sus charlas a diferentes públicos el trata de canalizar su experiencia en su beneficio y el de los demás.
miércoles, 25 de noviembre de 2015 · 09:24

En enero de 2008, sobre la ruta 436 a la altura de Talacasto, la camioneta en la que volvía Julián Suraci de Chile se desbarrancó. Producto del accidente el joven, que en ese entonces tenía 21 años, quedó cuadripléjico. Hoy, Julián da "Charlas Click" para todo tipo de audiencias, en las que cuenta su tremenda experiencia de vida y motiva a los demás a tener cuidado y a disfrutar a tope de las suyas.

"Apenas me sacaron de la camioneta lo primero que pregunté era si movía las piernas, me dijeron que no y ahí supe que no iba a caminar más. Mi vida era el fútbol y el esquí. Estuve 62 días internado, mala suerte porque se me infectó la vértebra cuando me pusieron la prótesis, luego operarme y eso me tuvo mucho tiempo más en terapia", relata Julián Suraci.

"Tuve mucha angustia, bronca, ganas de llorar pero a su vez no estaba tan mal porque mi familia y amigos me daban felicidad. Mi idea era caminar, por eso la fe, la esperanza, y empezar a rehabilitar -relató. Hasta el día de hoy muchísima gente reza por mí. Creo que eso y el apoyo de mi familia fue muy bueno para tener la resiliencia que tuve".

Julián pasó "de estar solo estudiando en Mendoza a vivir con mis padres en Córdoba, levantándome todos los días para hacer rehabilitación hasta el día de hoy. Cuando me accidenté estudiaba para contador, estaba en cuarto año de la Universidad de Cuyo".

Para canalizar su experiencia, Julián contó: "doy charlas para empresas, me ayuda a difundir el mensaje, difundir los valores de la vida, familia, amor, amistad, en buena hora que empresas y escuelas me llamen para compartir mi experiencia".

"Antes del accidente nunca se me ocurrió pararme frente a un público a hablar. luego me di cuenta que me gustaba contarle a la gente lo que me pasó y lo que aprendí -dijo-. Gracias al psicólogo Gustavo Más arranqué en la Escuela Modelo con una charla y de ahí no paré mas".

En agosto la justicia falló a raíz del accidente. Fue inédito por el monto, se habla de 12 millones de pesos de indemnización. A la pregunta ¿De qué sirve el dinero?,  Julián contestó: "Que me den lo que me den, el dinero no me devuelve las piernas, mis piernas no tienen precio".

En su casa también debieron acomodarse después del accidente. "Un padre, un hermano, verme en silla de ruedas, les ha costado -dijo Julián-. Se hicieron rifas, colectas para ayudar a mi papá a refaccionar la casa, pidió préstamos, tuvieron que remarla para modificar la cas, tiene muchos escalones".

Sobre andar en la calle en San Julián, el joven dijo: "Falta conciencia, vamos lento, Argentina nunca estuvo en guerra y por eso estamos lejos de la accesibilidad. En Estados Unidos o  en Europa están más adaptados por las guerras. Acá son un problema las veredas, la falta de rampas, los medios de transporte publico".
 
Julián pidió encarecidamente a la gente que no se estacione en los lugares que no debería. no sólo son para personas con discapacidad sino gente que anda en sillas de ruedas. "Lo peor es cuando alquien que no tiene oblea estaciona en un lugar para discapacitados. encima se enojan si les decis algo", dijo.

Sobre las cosas que antes no hacía, el joven dijo que en lo que más fallaba era a la hora de  "estar en mi casa. Ahora vienen mis amigos a casa, y para rehabilitacion voy a un consultorio porque si tuviera que hacerlo en casa no lo haría. Ademaás es una forma de salir, estar encerrado no es bueno".

"A raíz del accidente conocí un montón de gente, todos ejemplos de vida, y a todos por accidentes de tránsito", contó Julián, y dio ejemplos de todo lo que la gente hace y que no debería: manejar dormido, tomar de más, pisar el acelerador para no llegar tarde.

Preguntado sobre su relación con el ingeniero González Ranea, amigo de su familia y el conductor la noche del accidente, Juan dijo que "fue un accidente, fue mala suerte, digo que los accidentes son culpa de uno pero en este caso fue un auto de frente, una curva sin guardarrail, la camioneta se desmoronó".

Frente a las cámaras de Canal 13, Juan se dirigió a las personas como lo hace habitualmente en sus "Charlas Click", como las bautizó luego de que la tragedia hiciera un click en sus vidas, y les recomendó que "aprovechen a sus amigos, su familia, aprovechen el tiempo, que se relajen, que no anden tan acelerados".

El joven dijo que tienen planes. "A corto plazo recibirme, a mediano y largo seguir con las charlas en todo el país. Me interesa recibirme pero me llaman mucho la atención las charlas". E invitó a todos aquellos quienes estén interesados en escuchar su testimonio y su historia de vida, que para muchos ya es ejemplo y fuente de inspiración, a que lo contacten.

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