Los salvó de dormir en una esquina la solidaridad

Matías Ramos de 30 años y su pareja Mayra Acosta de 25, tuvieron que tragar bronca y abandonar una pieza que un familiar les prestaba el jueves por la noche. Tomaron unas pocas pertenencias y con sus cuatro hijos salieron a la calle, a la desesperante nada. Con frío, hambre y nada de plata. El joven oriundo de Chimbas trabajaba en la construcción pero hace un par de meses se quedó sin trabajo eso llevó a que no pudiera pagar el alquiler y decidiera trasladarse a la casa de una tía. Afortunadamente hace unos pocos días consiguió otro trabajo en una obra en construcción pero no lo suficiente como para bancar un alquiler.

"Golpeamos casas por todos lados para ver donde nos podíamos quedar esa noche” comentó Matías con una pena en su mirada. Gracias a la solidaridad de unos vecinos que pertenecen a la Iglesia Evangélica es que consiguieron dormir en un pequeño local donde funcionaba una avícola por calle 25 de Mayo a pocos metros de Cipolleti, en Chimbas. El joven padre de Tomas de 7 años Lautaro de 5, Benjamín de 3 y la pequeña Zamira de tan solo dos meses contó CANAL 13 SAN JUAN que el viernes personal del Ministerio de Desarrollo Humano los asistió con colchones, colchas y una cucheta y quedaron en ver que más se podía hacer la próxima semana. Mientras tanto la familia Ramos solo puede quedarse en el lugar prestado por un par de días. "De algún lugar sale la fuerza por los niños y uno trata de hacer cualquier cosa que se sea por ellos siempre y cuando sea algo sano y no algo malo” comentó Matías quien se vio agradecido por mucha gente que se acercó a traerles ropa, abrigo y comida luego de que su situación se conociera por la redes sociales y viralizara a través de whatsapp. "Hay gente que escuchaba la radio y por los mensajes y Facebook vino hasta acá y colaboró, gracias a ellos pudimos comer, también vino la gente del Municipio de Chimbas”. Matías se enteró que los habían desalojado cuando estaba en su trabajo, "Yo ni sabía que estaba haciendo, mi cabeza no estaba en el trabajo, pensaba que podía hacer, tenía que llegar y juntar lo poco que teníamos y ver que hacíamos” y agregó "gracias a Dios tenemos un techo donde dormir, lo mismo pasamos un poco de frío porque es precario el lugar, tenemos una estufa de una sola velita y lo que más nos complica en la noche es la bebé”

Una mano cuando en el momento más difícil

La joven pareja en todo momento agradeció el gesto que tuvo Martín Espejo propietario del pequeño local donde están provisoriamente. "Me pareció injusto que ellos pasaran la noche a la intemperie con cuatro chicos así que decidí brindarles este lugar que yo tengo para alquilar para que ellos estuvieran el tiempo que quieran y puedan solucionar su problema” mencionó Martín. "Es muy lindo lo que pasó aquí, mucha gente ha venido y les ha traído algo y es muy lindo que toda la humanidad esté unida ayudando al prójimo” reflexionó el comerciante.

Mientras duraba esta nota, esta periodista pudo comprobar en persona como la gente llegaba hasta el local y le dejaba a la familia además de cosas materialesun gran abrazo o un apretón de manos algo tan preciado como humano. "Esta tarde nos prestaron una cocina y al mediodía unos vecinos nos acercaron comida. Mucha gente que no conocíamos se acercó como si nada y nos dio un paquete de azúcar o un paquete de yerba, estamos muy agradecimos” aclaró Matías.

"Necesito un techo donde vivir que no tenga que estar pensando en el día de mañana que voy a volver a pasar por esto, volver a disparar por todos lados buscando un techo, poder ir a trabajar y saber que voy a venir a mi casa y estar tranquilo ”, mencionó emocionado el albañil.