ENTREVISTA
La heredera de Rubén Juárez pisa el Juan Victoria
Lucila llegó a la provincia para ofrecer un concierto este jueves a las 21 en el auditorio. Antes pasó por Banda Ancha y contó cómo fue su primera vez con el tango y cómo la marcó artísticamente el magistral bandoneonista que se codeó con Pichuco.
Su primer tango fue "Qué tango hay que cantar", del gran Cacho Castaña. Y prácticamente tuvo que debutar por la fuerza: tenía entre 11 y 12 años, y era la condición que le había puesto su papá para actuar él en la fiesta escolar para recaudar fondos para el viaje de egresados de la primaria. Esa tierna anécdota de la infancia marcó el camino para Lucila, la heredera del gran Rubén Juárez, ícono de la música ciudadana y del bandoneón.
Lucila acuñó el seudónimo de "La Juárez", porque tiene más tono tanguero. Y posiblemente más fuerza. Aunque fuerza sea lo que le sobra, en la expresión cotidiana y en su carrera construida a base de saber un poco de todo. Entre los hitos de su trayectoria, están las distinciones que ganó como cantante del espectáculo Extravaganza, de Flavio Mendoza.
Aunque no le escapa a los clásicos del tango, hoy elige las composiciones más contemporáneas, mixturadas con el jazz y los boleros. Y ese espectáculo pondrá en el escenario del Auditorio Juan Victoria este jueves desde las 21. Imperdible.
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