¡Vivan los 40! La generación X envejece y se ríe de sí misma en el cine

Entre las películas de superhéroes, las que están basadas en libros o juguetes y los dramas con pretensiones de Oscar, las comedias parecían ya no tener lugar en Hollywood.
domingo, 24 de junio de 2018 · 10:58

Entre las películas de superhéroes, las que están basadas en libros o juguetes y los dramas con pretensiones de Oscar, las comedias parecían ya no tener lugar en Hollywood. Los estudios vienen produciendo solo algunas por año, pero los últimos ejemplos estaban basados en materiales ya conocidos, como Baywatch y Chips: patrulla motorizada recargada, desarrollados con poca inventiva y resultados pobres. Pero, de a poco, fue ganando un pequeño lugar en el calendario de estrenos un tipo de comedia centrada en las desventuras cómicas de un grupo de personas de alrededor de 40 años.

Jeremy Renner y Ed Helms quieren volver a jugar en ¡Te atrapé!, de Jeff Tomsic

Jeremy Renner y Ed Helms quieren volver a jugar en ¡Te atrapé!, de Jeff Tomsic Fuente: LA NACION

Actores, directores y productores que pertenecen a la generación X parecen haber querido plasmar lo que significa haber llegado a la mediana edad en la era del reinado de los millennials. Estas comedias de cuarentones presentan situaciones exageradas para hacer reír, pero están centradas en el miedo a envejecer, el deseo de querer seguir “jugando” y la determinación de no parecerse a sus padres, ni a los de las comedias de los años 80 con las que crecieron.

El juego como antídoto ante la vejez es la premisa de ¡Te atrapé!, la película de Jeff Tomsic que se estrenará el jueves próximo y que está inspirada en una historia real que fue narrada en un artículo de The Wall Street Journal. Ed Helms (The Office,Vacaciones), Jeremy Renner, Jon Hamm, Jake Johnson y Hannibal Buress interpretan a un grupo de amigos que juegan al “tag” desde hace 30 años. El juego consiste simplemente en tocar a alguien que luego tiene que tocar a otro, como una especie de mancha llevada a extremos por estos hombres capaces de viajar cada mayo hasta donde se encuentre el amigo al que quieren dejar marcado.

Noche de juegos, con Jason Bateman y Rachel Mc Adams Noche de juegos, con Jason Bateman y Rachel Mc Adams Crédito: Warner

“No dejamos de jugar porque envejecemos, envejecemos porque dejamos de jugar”. La frase se repite una y otra vez en la película como el mantra que guía a estos amigos que invaden el casamiento del único que se mantiene invicto para ver si así lo atrapan de una vez. Los acompañan la esposa de uno de ellos, encarnada por Isla Fisher, que no participa oficialmente porque a los 9 años los muchachitos pusieron una regla que no permite niñas en el juego, pero acompaña a su marido con una ferocidad que hace temer por la seguridad de todos los involucrados. También es parte de la aventura una periodista de The Wall Street Journal que está haciendo un perfil de uno de ellos por su trabajo, pero decide que el tema del juego es una mejor historia. Leslie Bibb es la novia preocupada por el desastre inminente y Rashida Jones la chica de los sueños de dos de los amigos.

La forma en que estos hombres adultos con distintos problemas y responsabilidades se aferran al juego tiene que ver con su afán por no dejar atrás no solo la juventud, sino también las amistades de la infancia. El juego es su excusa para seguir viéndose y mantener esa complicidad que solo tienen los amigos de siempre que se conocen uno a otro como nadie más. Detrás de los divertidos gags, la oscuridad de algunos chistes y de lo ridícula que suena la idea de un juego de 30 años, la película tiene corazón y sensibilidad.

Aunque No me las toquen, dirigida por Kay Cannon (guionista de Notas perfectas), no se trata sobre un juego, los padres que protagonizan el film también se enfrentan con dificultades a la nueva etapa de sus vidas y deben superar pruebas que casi parecen de una competencia para poder encontrar la paz. La película cuenta la historia de una madre, Leslie Mann, y dos padres, John Cena e Ike Barinholtz, que descubren por un chat que sus hijas planean perder la virginidad en la noche de su fiesta de egresados. Cada uno tiene sus motivos para no querer que las adolescentes tengan relaciones sexuales, pero en el caso del personaje de Mann y el de Cena está ligado a no querer que crezcan y los abandonen. El de Barinholtz, en cambio, es un hombre inmaduro e irresponsable que por primera vez quiere estar presente en la vida de su hija.

Uno de los rasgos más interesantes del film, que le da una vuelta de tuerca a la comedia zarpada, es cómo presenta las diferencias generacionales entre padres e hijos. Estos adultos no se parecen a los padres de las comedias de los años 80 con las que crecieron; no son despistados como los de Molly Ringwald de Se busca novio, que se olvidan el cumpleaños de su hija, ni indiferentes como los de Tom Cruise en Negocios riesgosos, que ignoran que su hijo convirtió su propio hogar en prostíbulo mientras estaban de vacaciones. Ni son la figura de autoridad severa, como el director de El club de los cinco. El personaje de Mann insiste en que es la “mamá cool” aunque está dispuesta a humillar a su hija en su propia fiesta de egresados. Pero sus hijas tampoco son chicas de películas ochentosas; el film se encarga de subrayar esto y resulta original, pero lógico en su resolución (con un toque de optimismo extra, claro).

Noche de juegos, estrenada a principios de año, es otra de estas comedias que muestran cómo se divierten y a qué le temen los adultos cercanos a los 40. Desde el título el film hace referencia a uno de los típicos entretenimientos que adoptan los grupos de amigos cuando ya les molesta demasiado salir muy tarde a la noche, la música fuerte y la cantidad de gente amontonada en los boliches. Los protagonistas son una pareja, encarnada por Jason Bateman y Rachel McAdams, que están unidos por el amor y el espíritu competitivo. El punto de partida de la acción es cuando su tradicional noche de juegos se convierte en una pesadilla que involucra un secuestro, negociaciones con asesinos y un huevo Fabergé que cuesta millones de dólares. La intensidad que suelen poner en los juegos debe ser volcada a solucionar conflictos casi imposibles.

La película de John Frances Daley y Jonathan Goldstein tiene mucha acción y situaciones descabelladas, pero también un trasfondo relacionado con lo que implica la decisión de tener un hijo cuando el tiempo se está terminando y lo que los sentimientos de competencia al comparar los logros propios con los de otros provocan en las personas. Los personajes, en especial el policía que compone Jesse Plemons, están muy bien desarrollados y toda la locura que sucede tiene su anclaje en ellos.

El futuro de estas comedias parece promisorio si se tiene en cuenta su desempeño en la taquilla, la clave para convencer a Hollywood de que las siga produciendo. ¡Te atrapé! está tercera entre las películas más vistas en los Estados Unidos y lleva recaudados en ese país más de 19 millones de dólares cuando todavía no se cumplió una semana de su estreno. Los casos de No me las toquen y Noche de juegos demuestran que la comedia con protagonistas de 40 es una inversión que vale la pena: la primera lleva recaudado más de 92 millones de dólares en todo el mundo sobre un presupuesto de 21 millones, y la segunda más de 117 millones de dólares sobre un presupuesto de 37 millones.

Las buenas comedias que apuntan a la Generación X, una especie de maduración de lo que fue la nueva comedia norteamericana, parecen ser un negocio redituable y los estudios lo están notando. ¡Bienvenidos a los 40!

Fuente: La Nación

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