Los secretos del maestro del tango, reconocido mundialmente

La historia de Javier Rodríguez con la música y más precisamente con la danza se remonta a su infancia, aunque su primera vinculación fue con el folklore y no imaginaba que terminaría migrando al tango. Pero ocurrió. De su casa en Tigre se mudó a Capital Federal y allí se convirtió casi sin querer en maestro, en la academia donde trabajaba su papá. Y nunca más se apartó de su verdadera pasión.

Reconocido internacionalmente, es convocado para enseñar a bailar el tango en países tan diversos como China, Francia o Estados Unidos. Este jueves se presentará por primera vez este año en San Juan en el Café del Auditorio, en el marco del Festival Milongueras y Milongueros, que se extenderá hasta el fin de semana en el Foyer Sur, con capítulos específicos para quienes se dedican al arte y otro para quienes simplemente disfrutan como espectadores.

En una entrevista en Banda Ancha, Javier dijo que el tango se baila con el alma, y que el cuerpo acompaña con el movimiento. Que cada interpretación no está guionada por una coreografía, sino que surge del camino que marca el varón en la pareja. Y que cada vez que baila el mismo tango, la experiencia se torna única e irrepetible.

Dijo también que le encanta el tango de exhibición, ese que está lleno de acrobacias y que sí requiere de una coreografía que se repite una y otra vez. Pero que aún así, se puede bailar el tango y sentir el tango. 

Finalmente se mostró muy entusiasmado por el contacto con los sanjuaninos, como con tantos otros provincianos que se fueron sumando a la cultura de la milonga, haciéndola salir del radio rioplatense y extendiéndola a todos los rincones del país.