Cultura
La actriz de Hollywood sorprendió con una parte desconocida de su biografía.
La actriz Glenn Close confesó en una entrevista a la revista People que, antes de obtener los consagratorios papeles en Atracción Fatal o Relaciones peligrosas, creció en una secta.La actriz Glenn Close confesó en una entrevista a la revista People que, antes de obtener los consagratorios papeles en Atracción Fatal o Relaciones peligrosas, creció en una secta.
La intérprete estadounidense -nominada en seis ocasiones al Oscar y once veces al Globo de Oro-, detalló que cuando era tan sólo una niña, desde los 7 años y hasta los 22, su padre, un doctor de Harvard que trabajaba como médico en el Congo, se unió y se mudó con ella y su familia a Suiza para ser criados cerca de la sede del grupo religioso radical conocido como Moral Re-Armament (MRA), donde pasó gran parte de su adolescencia.
Glenn y un trauma que la llevó a distanciarse de su padre.
Se trató de un grupo de culto fundado en la década del ’30. Se basaba en cuatro principios absolutos: honestidad, pureza, generosidad y amor. Pero, según Close, la secta comenzó a mostrar otra faceta y estos principios enmascaraban unos rígidos parámetros de control.
“Básicamente no te permitían hacer nada, o te hacían sentir culpable por cualquier deseo antinatural. Si hablabas con alguien, en un grupo que básicamente dicta cómo se supone que tienes que vivir y qué decir y cómo debes sentir, desde que tienes 7 y hasta los 22, eso tiene un profundo impacto en ti”, declaró la actriz a la revista.
La actriz Glenn Close confesó en una entrevista a la revista People que, antes de obtener los consagratorios papeles en Atracción Fatal o Relaciones peligrosas, creció en una secta.
La intérprete estadounidense -nominada en seis ocasiones al Oscar y once veces al Globo de Oro-, detalló que cuando era tan sólo una niña, desde los 7 años y hasta los 22, su padre, un doctor de Harvard que trabajaba como médico en el Congo, se unió y se mudó con ella y su familia a Suiza para ser criados cerca de la sede del grupo religioso radical conocido como Moral Re-Armament (MRA), donde pasó gran parte de su adolescencia.
Se trató de un grupo de culto fundado en la década del ’30. Se basaba en cuatro principios absolutos: honestidad, pureza, generosidad y amor. Pero, según Close, la secta comenzó a mostrar otra faceta y estos principios enmascaraban unos rígidos parámetros de control.
“Básicamente no te permitían hacer nada, o te hacían sentir culpable por cualquier deseo antinatural. Si hablabas con alguien, en un grupo que básicamente dicta cómo se supone que tienes que vivir y qué decir y cómo debes sentir, desde que tienes 7 y hasta los 22, eso tiene un profundo impacto en ti”, declaró la actriz a la revista.
Fuente: Clarin