Mínguez-Barboza: del éxito a la tragedia, de la pausa a la consagración

Pelufo Barboza no dejó nunca su arte popular, pero las cosas no fueron igual desde que la vida lo separó de su compañero Manuel Mínguez. El legendario dúo de foklore cuyano y argentino conoció el éxito en los sesenta, setenta y ochenta. Y luego de una larga pausa de 24 años, regresó con gloria, para conquistar la ovación del público que nunca los olvidó.

En Banda Ancha, Pelufo recorrió aquellos años dorados. Todavía se emociona cuando recuerda aquel primer escenario de Cosquín, que los consagró como mejor dúo en 1070. Fue el gran espaldarazo para cruzar la cordillera y conquistar Chile durante mucho tiempo. Y luego dar el salto a Estados Unidos, donde una aventura de un par de semanas se convirtió en una gira por toda la costa Este, imborrable en la memoria.

La pérdida de su hija quinceañera fue un golpe indescriptible para Minguez. Siguieron tocando un tiempo con Barboza, pero las presentaciones se volvieron cuesta arriba. Ya nada sería igual. La decisión posible fue la disolución del dúo hasta más ver. Cuando todo parecía resuelto, se encendió la chispa nuevamente.

Fue así como en 2018 Mínguez Barboza volvió a subir a los escenarios. Primero en la peña de "El Rancho de Pelufo" y luego incluso en el majestuoso escenario del Teatro del Bicentenario. En Canal 13, Pelufo se reconoció sorprendido por el talento y las condiciones intactas de su coequiper de toda la vida. Presumía que podría necesitar un tiempo para acondicionar sus cuerdas vocales, llegar al registro de aquellos años dorados. Pero nada de eso fue necesario. Fue tomar las guitarras y volver a tocar como en ese tiempo. Como si las décadas no hubiera transcurrido.

Volvieron para ser homenajeados en la Plaza Próspero Molina, en el escenario Atahualpa Yupanqui. Y así, con total naturalidad, la historia interrumpida retomó su cauce. Larga vida, entonces, para dos de los referentes más icónicos de la cultura sanjuanina.