Los Piojos compartieron una fiesta inolvidable en el Frank Romero Day
La banda liderada por Ciro Martínez ofreció un show potente en el Teatro Griego de la vecina provincia.
Con entradas agotadas y un estadio repleto, Los Piojos concretaron su esperado regreso a Mendoza con un show arrollador este sábado por la noche en el teatro griego Frank Romero Day.
La histórica banda, liderada por Andrés Ciro Martínez, volvió a escena tras 15 años de ausencia y ofreció un espectáculo cargado de energía, nostalgia y una comunión única con el público argentino, que respondió con una ovación ininterrumpida durante más de dos horas.
El reencuentro con su gente comenzó con “Ruleta” y dio paso a una seguidilla de clásicos infaltables como “Arco”, “Tan solo”, “Verano del 92”, “Maradó” y “Farolito”, entre otros, que formaron parte de una lista de 27 temas interpretados con la potencia y el espíritu piojoso intacto.
Desde el inicio, la calidad sonora del show fue impecable: cada instrumento y cada voz se percibían con claridad, generando una experiencia envolvente que fue en aumento a medida que crecía el fervor colectivo.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue protagonizado por el pianista mendocino Juan Emilio Cuccharelli, quien ofreció un solo virtuoso mientras en las pantallas se proyectaban imágenes históricas de la banda. Cuccharelli, que ya había trabajado con Ciro y los Persas en los arreglos sinfónicos del disco Sueños, aportó una dimensión musical que enriqueció el espectáculo.
Otro de los nombres destacados fue el de Luciana “Luli Bass” Valdés, quien asumió con solidez el bajo en reemplazo de Miguel Ángel “Micky” Rodríguez, uno de los miembros fundadores. Con carisma y fuerza escénica, Luli se ganó el aplauso del público y el respeto de los seguidores más fieles.
La noche también tuvo momentos familiares y generacionales: varios hijos de los músicos subieron al escenario, compartiendo el reencuentro con una emoción palpable. Temas como “Todo pasa”, “Bicho de ciudad”, “Como Alí” y “Cruel” fueron coreados sin tregua por una multitud que no dejó de saltar y cantar.
El cierre con “Y qué más” puso el broche de oro a una noche épica que no solo se vivió desde las gradas, sino también desde los cerros que rodean el emblemático teatro griego.
Fuente y fotos: Diario El Sol (Mendoza)
