Miguel de la 14

Sentido Común

Escucho decir con muchísima frecuencia, a los individuos de cualquier actividad y en una multiplicidad de circunstancias “hay que tener “sentido común””, “nos falta “sentido común””, “ese sentido, que es el menos común de los sentidos”.
viernes, 27 de septiembre de 2019 · 21:51

Sentido Común

 

Escucho decir con muchísima frecuencia, a los individuos de cualquier actividad y en una multiplicidad de circunstancias “hay que tener “sentido común””, “nos falta “sentido común””, “ese sentido, que es el menos común de los sentidos”.

Eso es habladuría, habladuría puesta en los individuos por algún artificio oculto del poder. En negación a la “construcción de sentido a la cotidianeidad”.

Esa “necesidad” de “sentido común”, esa animación al “sentido común”, es una necesidad, es una animación a lo Inefable. Lo Inefable es: “por debajo de la Palabra”. La Palabra es la morada del Ser- M. Heidegger. La palabra está asociada al Pensamiento. Las formas del pensamiento están expuestas y consignadas en el Lenguaje del Hombre- dice Hegel.

Renunciar a la Palabra, renunciar a la comunidad establecida de las conciencias es lo mismo que entregarse al sentimiento que está debajo del lenguaje. “Puesto que el sentido común recurre al sentimiento, su oráculo interior, rompe todo contacto con el que no es de su parecer, y así se ve obligado a explicar que no tiene nada más que decir a aquel que no encuentra y no siente en sí mismo la misma verdad, en otros términos, pisotea la raíz de la humanidad porque la naturaleza humana es tender al acuerdo mutuo; su existencia está solamente en la comunidad establecida de las conciencias. Lo que es anti-humano, lo que es solamente animal, es encerrarse en el sentimiento y no poder comunicarse si no es por el sentimiento”-Hegel

No hablemos de “sentido común”.  “Sentido común” es un término compuesto por dos palabras, enrostrado de ignorancia, de religiosidad, lo que se establece como conceptual cotidianamente no está cargado por el pensamiento, es la suposición de un sentido que se ha producido en un forzado y vacío compromiso social, en un consenso religioso, en una suposición de “lo que corresponde”.

Puede ser que, en un grupo reducido de una misma actividad, el sentido construido ahí, por cada uno de los participantes deba coincidir y a eso le llamen “sentido común”. Pero en lo público, en la cotidianeidad de los individuos en lo público, es lo que apunto.

Debemos pensar y decir: darle Sentido a lo cotidiano, eso es romper con Sentido aquel llamado “sentido común”.

 

                                                                                    Miguel A. Montoya Jamed

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