Mira, el sanjuanino por el mundo

Hoy Traverse City

En el año 2012, salimos desde Nueva York. Hicimos stop en el Aeropuerto de Chicago, y tomamos un vuelo a la pequeña ciudad de Traverse City en Michigan, donde visitaríamos amigos, así que armamos las valijas y volamos a esa linda ciudad de 15.000 habitantes.
domingo, 31 de octubre de 2021 · 15:00

Al llegar al Aeropuerto O'Hare en Chicago tomamos un pequeño avión para 30 personas que nos llevaría a Traverse City en Michigan.

El vuelo? Muy tranquilo, un poco más de una hora al norte del país en dirección a la zona de los Grandes Lagos, en la frontera entre Estados Unidos y Canadá, donde se concentra el mayor grupo de lagos de agua dulce del mundo, que cubren casi 250.000 km² de extensión y contienen el 20 % del agua dulce mundial.

Estos lagos comenzaron a formarse al final de la última glaciación hace 10.000 años y al derretirse las capas de hielo tallaron cuencas en la tierra y se llenaron del agua del deshielo. Los Lagos son considerados como mares cerrados y es una gran vía de transporte, migración y comercio, por donde circulan grandes buques porta contenedores oceánicos. La mayoría del comercio que circula por ahí transita en dirección al Atlántico y a pesar del tamaño, grandes sectores de los lagos se congelan en invierno, interrumpiendo el transporte y por ese motivo deben circular rompehielos que surcar los lagos manteniendo abiertas las vías de navegación durante el invierno.

Los lagos moderan las temperaturas de las estaciones, absorben el calor y enfrían el aire en verano y esa temperatura atenuada crea regiones conocidas como cinturones frutales, donde se cultivan frutas tradicionalmente producidas en otras zonas y por ese motivo, en las costas del Lago Míchigan se encuentran muchas bodegas y se cosechan millones de kilos de cereza.

El Lago Michigan es el único que se encuentra dentro del territorio de Estados Unidos, el resto están compartidos con Canadá y en sus alrededores viven 12 millones de personas cuya costas tocan los estados de Illinois, Indiana, Michigan y Wisconsin, con ciudades como Chicago y Milwaukee.

Después de atravesar una espesa capa de nube y acercase a Traverse City, te dás cuenta de la belleza del lugar, que al ser productor el mayor productor de cerezas del país y ya cerca de la época de cosecha, recibe 500.000 visitantes para celebrar el Cherry Festival, que se celebra desde 1925 y con desfiles, fuegos artificiales, espectáculos aéreos, música en vivo y concursos. Como curiosidad te cuento que en 1987 crearon el pastel de cereza más grande del mundo, con 5 mts de diámetro y 12.800 kg de peso y todavía figura en el Libro Guinness.

Traverse City está en Bahía Gran Traverse que se ganó el nombre gracias a viajeros franceses del siglo XVIII que hicieron la gran travesía cruzando los Grandes Lagos y donde los veranos son cálidos y los inviernos severos, con nevadas que suelen durar muchos meses.

Al principio, el festival fue llamado Bendición de las Flores y se llevó a cabo en primavera para atraer a la gente durante la temporada de floración. Durante la semana en que se lleva a cabo el festival, la población de Traverse City aumenta de 15.000 a 500.000.

Acá convivieron las tribus Ottawa, Chippewa y Pottawatomi conocidas como Confederación Tres Fuegos que llegaron a éstas tierras porque sus líderes espirituales les dijeron que debían viajar al oeste hasta encontrar alimento que crecía en el agua. Cuando encontraron el arroz salvaje se instalaron en la zona.

Después de las Guerras de Independencia se firmaron tratados con la Confederación que cedió terrenos pero conservó derechos de pesca y caza. Por supuesto, con el tiempo todo se desvirtuó y los servicios prometidos recién se reconocieron en 1980.

Parte de la economía de Traverse City se basa en el turismo, con fiestas como el Festival de Cine, que lo inició el director Michael Moore, como forma de atraer más cultura a la ciudad.

El cineasta no tenía intención de traer glamour o grandes publicidades y por eso el festival opera solo con ayuda de patrocinadores locales y 1.000 voluntarios, donde se venden más de 130.000 boletos para las distintas producciones y genera millones en ganancias.

Una gran atracción de la ciudad son las Sleeping Bears Dunes (Dunas de Osos Durmientes), que son grandes dunas de arenas que terminan en el lago y se extienden a lo largo de kilómetros y que según algunos estudios son tan antigua como las placas continentales y la mayor característica de las inmensas dunas es que se encuentran sobre promontorios que fueron elevados durante la era glaciar. Es común ver a las personas haciendo un gran esfuerzo por subir las dunas y así alcanzar la cima o tal vez descender de ellas en sandboard. Muy cerca está la zona de Petoskey, donde se encontraron piedras que contienen corales fósiles que vivían en mares cálidos que cubrieron Michigan hace 350 millones de años.

Pero también podés visitar vinerías y elaboradoras de sidra en Old Península que tiene un clima moderado por los lagos que ayudan a prevenir heladas en temporada de crecimiento. Algunas variedades de uva de la zona son Riesling, Chardonnay, Gewürztraminer, Pinot Noir, Cabernet Franc o Merlot, aptas para climas fríos. Es una zona tan importante que según USA Today la ciudad fue nombrada entre los diez mejores lugares del país para la producción de vino, con más de 50 bodegas en área de Old Mission Península y 21 bodegas en la Península de Leelanau, muy cerca del centro. Donde la mayoría ofrece catas de vino gratuitas. La opción? Detenerse en todas y degustar siempre acompañad por algún queso.

Ambas penínsulas se encuentran cerca del paralelo 45, una latitud conocida por el cultivo de uvas prestigiosas. Los dos brazos de Grand Traverse Bay proporcionan el clima marítimo ideal y el rico suelo glaciar hace el resto. Cada octubre, las bodegas celebran una fiesta de la vendimia y algunas uvas Riesling no se recogen en el otoño para ser recogidas cuando se congelan, a partir del cual se elabora el vino helado.

Llegada a Traverse City

La ciudad es un paraíso junto a un gran lago azul, rodeado de bosques de pinos y cedros con colores que van del amarillo al rojo intenso, combinado con árboles frutales que hacen que te quedes durante un rato admirando el paisaje. De momentos se parece a San Martin de los Andes pero con montañas más bajas y alejadas.

Nuestra visita a Traverse City tenía como propósitos, visitar amigos en ésta ciudad de la que tanto nos hablaron y preparar una cena bien argentina a otras personas que no conocíamos.

Así que ya al salir de Buenos Aires llevamos una preciada carga que cuidamos con recelo de las aduanas, los controles y los escáneres de rayos X. Así que al llegar, comprobamos que nuestra carga secreta estaba intacta. Tal como habían salido de Buenos Aires. Las cinco docenas de tapas de empanadas argentinas llegaron sin problemas y mantenido su frescura. Porque sabíamos que una de noche estaba destinada al asado y las empanadas.

Por eso, días previos, Wayne improvisó una parrilla en base a dibujos y con bloques y una parrilla metálica armó el lugar para cocinar en su patio que dá a los bosques. Sólo hubo que hacerle ajustes de altura y quedó bastante bien. El tema del asado eran las brasas, una novedad para muchos, debido a la diferente forma de cocinar carnes que tienen en Estados Unidos, donde hacen la barbacoa se cocina en parrillas de gas y con fuego, nosotros lo hacemos con brasas de carbón o leña. La tarea estaba encaminada y había que cumplir.

Operación Comida Argentina

La noche anterior al gran encuentro, las chicas se quedaron en la casa preparando todo para las empanadas, mientras nosotros fuimos a ver un partido de futbol americano de chicos del secundario y después a un bar de cervezas, hamburguesas y música, algo del viejo rock, jazz y folk. Lo típico.

Para el día siguiente ya teníamos decidido que Silvia se encargaría de las empanadas y yo del asado. Estaba todo encaminado. Las tapas estaban listas y al relleno le agregamos algunos condimentos que habíamos traído. Así que mientras Silvia estaba con esa tarea, yo armaba la parrilla.

También habíamos llevado de regalo un libro de asado argentino con fotos de cortes de carne, en español, portugués e inglés y un juego de asador completo. Con el libro fuimos a un almacén del pueblo y le preguntamos al muchacho que atendía la carnicería si tenían cortes de carne parecidos a los que le mostrábamos, ya que sabíamos que ningún corte se parece a lo que conocemos, pero eso no nos asustó y nos propusimos encontrar algunos cortes de carnes similares y que se puedan utilizar para nuestro asado y a eso le agregamos, pollo, riñón, salchichas y algo que estaba medio escondido en las heladeras: mollejas.

Le pregunté al carnicero si las conocía y si las había probado alguna vez?  Me dijo que no y que le daba algo de impresión probarlas.

- Amigo, no sabes lo que te estás perdiendo de probar!!, le contesté

Sabemos que el estadounidense medio tiene reticencia a probar las carnes internas, así que no sólo es raro encontrarlas en algún menú sino también en las carnicerías, aunque de vez en cuando se puede tener algo de suerte como nos pasó a nosotros.

Nos despedimos del carnicero, prometiéndole una copia de ese libro que le había gustado y que nos pidió para tener como recuerdo y guía.

Una parte de la operación estaba lista, pero ahora teníamos otro problema: comenzaba a llover otra vez, como casi todos los días en otoño. Qué hacemos ahora?  Suspendemos todo o armamos algo sobre la parrilla que está en el patio? La solución: comprar un gazebo.

Así que fuimos a una tienda de camping y deporte y conseguimos un gazebo que armamos sobre la parrilla en mitad de la lluvia y listo. Un problema resuelto.

El otro problema? Encender un fuego sobre un suelo totalmente mojado. Como lo hicimos? pusimos grandes baldosas sobre el barro y concentramos el fuego en un solo sitio, ya que estamos en una zona boscosa y no es aconsejable hacer fuego.

Los amigos del matrimonio comenzaron a llegar y algunos traían vino argentino como forma de darnos la bienvenida. Comenzaron las presentaciones y saludos y Silvia, desde la cocina, mostraba sus empanadas que ya estaban listas para el entrar al horno. Por mi parte, el fuego ya estaba encendido y ya aparecían las brasas.

Las mujeres se quedaron en la cocina conversando y los hombres nos quedamos bajo el gazebo, mirando el asado como se cocinaba en la parrilla y todos con una cerveza en la mano. Esa imagen nos pareció tan familiar que nos hizo sentir como en casa.

A ellos les gustó ese proceso de armar y separar brasas y uno de ellos dijo:

- El hombre controla el fuego. Hace el fuego de un lado y separa brasas para poner debajo de las carnes.

La afirmación me hizo sentir bien aunque también me creí el primer cavernícola de la tierra.

Ya en la cena, las empanadas comenzaron a circular y luego llegó del turno del asado. Con un estilo muy argentino y como nos gusta hacerlo acá. En tandas, cortado en porciones y generando expectativa de que carne vendrá luego o que se quiere invitar a los comensales.

Para el final y de postre, alfajores argentinos. Ellos quedaron tan encantados que todos se llevaron algo de lo que quedaba para disfrutar al día siguiente en sus casas.

Nosotros quedamos satisfechos y agradecidos ya que era un desafío no solo por hacer una cena a personas que no conocíamos y no sabíamos si tendríamos éxito, sino también fue un desafío para el matrimonio Kladder, ya que ellos eran los anfitriones de esa cena y las cosas debían salir perfectas.

Salió todo muy bien, así que gracias por su hospitalidad y su amistad.

Esa fue nuestra primera visita a Traverse City, ciudad a la que volvimos en el 2016 donde no sólo nos quedamos unos días y nos encontramos con nuevos amigos, sino que volvimos a hacer empanadas y hasta algunos incursionaron en el mate. También festejamos mi cumpleaños número 50 años con una torta decorada con la bandera argentina, mientras un grupo vocal cantaba viejos temas de los años 50 y 60. Hermoso gesto que nos emocionó por lo que estamos eternamente agradecidos.

Elecciones Presidenciales

Pero también, la idea de venir en ésta fecha era conocer de cerca una elección en donde la sociedad se mostraba dividida y nos recordaba a nuestro país en época en donde, quien opina distinto debe ser reprobado. Acá pasaba algo similar, muchas personas nos decían en secreto por quién votaría, pero a diferencia de nuestras gigantografías en las calles con la imagen de los candidatos, acá solo se ven pequeños carteles en los patios delanteros de las casas que mostraban los nombres de Hillary Clinton o Donald Trump. Es una buena forma de evitar la contaminación visual, las fortunas dilapidadas en excesos en publicidad estática  Pero la veda electoral de no hacer política días antes de las elecciones allá no existe. Se hace política hasta el último día. Es agotador y la gente quiere que las elecciones terminen rápido.

Los comicios fueron el 9 de noviembre del 2016 y ese día acompañé a Wayne a ver ese proceso electoral, donde las personas entraban a votar dentro de un cubículo, llevando una gran boleta en donde se seleccionaba a quien elegir como presidente, también senadores, representantes del congreso, gobernadores y distintas autoridades de los condados hasta las autoridades de los consejos escolares. Todos en una enorme boleta que luego se quedaba un talón como muestra del voto, era escaneado y depositado en una máquina que hacía las veces de urna. Incluso muchos ciudadanos pueden emitir su voto varios días antes de las elecciones por internet, algo que ayuda a acelerar los procesos electorales.

Ese día, millones de personas eligieron un pensamiento y una forma de ver el mundo, muchos dijeron que las cosas no serían fáciles por la victoria de Donald Trump, pero también otras estaban felices por el resultado, aunque varios líderes republicanos ya habían abandonado a Trump antes de las elecciones porque no aceptaban sus pensamientos xenófobos, misóginos y racistas. Trump se enorgullecía de maltratar a todo el mundo y no honrar sus impuestos, pero lo grave era que millones de personas pensaban como él y gracias al sistema indirecto de elección llegó a la Casa Blanca y asumió meses después.

El tipo decía que se debía construir un muro que los separe de México para evitar que ingresen inmigrantes, además de expulsar a musulmanes, no honrar la libertad de culto, abandonar la OTAN y muchas cosas más que luego cumplió y muchos avalaron. Millones piensan igual y por ese motivo, terminadas las elecciones se desarrollaron manifestaciones en contra de Trump en grandes ciudades como Chicago, Los Ángeles, Philadelphia o Nueva York, donde miles de gays, lesbianas, negros y latinos se manifestaban cantando El pueblo unido jamás será vencido, con personas vestida de manera musulmán que recorrían las calles y se detenían frente a las Trump Towers para demostrar su desprecio no solo a Trump sino también al sistema indirecto de elecciones, donde un candidato que perdió la elección llega a la presidencia.

En el año 2000 ocurrió algo similar con la reelección de George Bush, quien fue el ganador frente a Al Gore, que obtuvo más votos. Ese año se denunció fraude electoral y la Justica avaló a Bush. Al Gore, se dedicó a dar conferencias alrededor del mundo para concientizar sobre el Calentamiento Global, ganando también un Oscar de la Academia de Hollywood por el documental Una Verdad Incómoda.

El 2 de noviembre de 2020, el ex presidente Donald Trump y su vice Mike Pence, llegaron a un mitin de campaña en el aeropuerto Cherry Capital de Traverse City, el día antes de las elecciones de 2020, que como recordarás, las perdió.

Pero hasta acá llegamos hoy con éste maravilloso lugar. Como dijimos una parte del paraíso que recomendamos visitar y disfrutar. Los esperamos la próxima semana.

 

Mail: silviayoscarporelmundo@gmail.com

Blog: https://silviayoscarporelmundo.blogspot.com

YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCVpv0lP78yOx-FGzERNpzCg

Instagram: silviayoscarporelmundo

Otras Noticias