Mira, el sanjuanino por el mundo

Hoy Brasil – Primera Parte

Dada su cercanía para los argentinos, es el lugar ideal para disfrutar de unos hermosos días. Sean por negocios o por vacaciones, Brasil nunca te defraudará. Por supuesto es un país enorme y siempre faltará tiempo para visitarlo, pero hoy haremos un pequeño resumen de algunas visitas a ese hermoso país.
domingo, 6 de junio de 2021 · 13:58

En el año 2002 tuve intenciones de viajar a Brasil pero por distintos motivos no tuve compañía, así que las opciones eran, quedarme o viajar sólo. Y eso hice. Viajé solo.

La idea era visitar a Río de Janeiro y parar en un hostel de la ciudad compartiendo el sitio con otro viajero del mundo. Pero primero visité Buzios y me quedé unos días en Pousada Amancay, cerca de playa Joao Fernandes, cuyo dueño es un viejo amigo, donde la pasé muy bien.

Pero de Buzios te hablaré más adelante.

Al llegar a Río de Janeiro, donde pasaría tres noches, llegué a un hostel cerca de la playa de Copacabana, donde estuve en una habitación con un muchacho de Hungría. Él también viajaba solo por Brasil y estuvimos en la segunda planta del hostel que era sólo para varones. La primera planta era para damas.

Con éste muchacho húngaro salíamos algunas veces y otras veces cada uno salía por su cuenta. En una de mis combinaciones diarias de buses y caminatas por la ciudad, llegué hasta el antiguo Maracaná y de ahí subí a pie al impresionante Cristo Redentor para contemplar esa obra espectacular y disfrutar de unas asombrosas vistas de la Cidade Maravilhosa. Ya al volver, en bus pasé por la Rocinha y di vueltas en uno de los lugares más peligrosos de la ciudad, sin ningún problema, para luego volver al hostel al caer el anochecer.

Una noche salimos con mi compañero húngaro a visitar algunos bares de las playas y en uno de ellos, cerca de la Avenida Atlántica (la principal de Río de Janeiro) llegamos a un bar donde la música era ensordecedora, pero había algunas chicas. Al acercarnos nos dimos cuenta que era un bar de citas y las chicas era prostitutas que deseaban conseguir algunos clientes. Nos quedamos igual y obviamente alguna se acercó a ofrecernos tragos y algo más. Al principio nos incomodó un poco pero después nos relajamos cuando vimos que en ese bar, con una barra enorme, había parejas y personas que disfrutaban del lugar, sin esperar ningún tipo de servicio extra. Sólo tomar algunos tragos y escuchar buena música brasilera.

Una de esas parejas, era un matrimonio italiano que visitaba Río de Janeiro por primera vez y estaban de Luna de Miel. En resumen, en un momento el clima se puso tan relajado que armamos una mesa con personas de varias nacionalidades que conversaban en varios idiomas y pasaban un momento agradable. Un argentino, un húngaro, italianos y prostitutas brasileñas. No me preguntes en que idioma hablábamos pero era una mezcla y la verdad, después de algunas cervezas, caipirinhas y algunos tragos, la comunicación fue más fluida y amena.

Sí te puedo decir que lo pasamos muy bien y te puedo aconsejar que si tenes deseos de viajar sólo, no lo dudes. No esperes a que las demás personas se decidan, sobre todo cuando es un grupo. Es muy difícil a veces ponerse de acuerdo, sobre todo cuando hay muchas personas con gustos dispares. Sólo hay que romper miedos y tabúes y animarse a la aventura.

Nunca la pasarás mal y si así fuera ninguna persona te lo reclamaría. Solo hay que dejarse llevar por la intuición. Nunca falla.

Otras visitas a Brasil

Como dijimos, la cercanía del país dá la posibilidad de visitarlo varias veces. De hecho, lo pudimos hacer cada vez que tuvimos oportunidad de visitar la provincia de Misiones, por trabajo a por placer y apreciar las Cataratas del Iguazú, tanto del lado argentino como del lado brasileño.

Y eso hicimos varias veces con Silvia.

Cruzamos a Foz do Iguazú y vimos ese espectáculo natural maravilloso que son las cataratas. No es por nada, pero la mejor visión de ellas está del lado brasileño, porque los mejores saltos y caídas están del lado argentino. Como dicen por ahí: Brasil puso las butacas y Argentina puso el escenario. Formadas por 275 saltos, el 80 % de ellos se ubican del lado argentino. Pero el más importante por su salto de 80 metros con un caudal impresionante se llama: La Garganta del Diablo y llegas ahí gracias al Tren de las Cataratas. Por este salto pasa la frontera de Brasil y Argentina. Si tenés oportunidad de viajar no te pierdas ningún lado. No lo dudes.

Y ya que estas en Foz do Iguazú, seguramente te interesaran las lojas (grandes tiendas) en donde se puede encontrar de todo a buenos precios. Tal vez circular por la Avenida Argentina o la calle Brasil, el lugar ideal para ir de compras a lo largo de 10 cuadras.

Y si las cataratas te llenaron de adrenalina y necesitas bajar un cambio y relajarte, te aconsejo que visites el Templo Budista Chen Tien que parece haber sido puesto ahí para centrarte y dedicar ese precioso tiempo a meditar en éste lugar encantador.

Este centro de meditación comenzó a construirse en 1996 por el budismo internacional y es el segundo santuario budista más grande de Latinoamérica. Hoy es un parque de puertas abiertas y acceso gratuito, donde el único requisito para ingresar es respetar su condición de lugar de reflexión. El templo está poblado de jardines con estatuas de las diferentes divinidades, entre las cuales destaca la estatua del Buda sentado, de siete metros de altura, conocido como Maitreya, éste es el Buda de la felicidad y la fortuna y en China lo llaman “Buda sonriente”, símbolo de la bonhomía y amor por los niños. También hay un Buda recostado o Shakyamuni en estado de Nirvana y por su cara de tranquilidad se nota que está libre de sufrimiento material.

Frente al templo podemos observar las 108 estatuas idénticas, de dos metros y medio de altura, que representan la reencarnación de Buda en la tierra y vos podes notar la posición de las manos que expresan sabiduría y generosidad. La imagen se replica tantas veces como las que debe recitarse su nombre para recibir su bendición. Las piezas están protegidas por cuatro coloridas estatuas de Bodhisattvas (que buscan la iluminación) y están sostenidas por réplicas de elefantes y dragones. A la salida del templo hay una tienda, donde venden colgantes, sahumerios, adornos, figuras de Buda, velas, tarjetas, incienso y más recuerdos.

Cada vez que podemos viajar hacia allá, nos damos una vuelta por la Triple Frontera que forman Argentina, Brasil y Paraguay y casi 1 millón de habitantes. Al ser zona de Triple Frontera te dá la posibilidad de visitar una parte de tres países en poco tiempo. Siempre podes visitar el pequeño Puerto Iguazú o las grandes ciudades de Foz do Iguazú y Ciudad del Este en Brasil y Paraguay, respectivamente.

Como en la zona circula un gran flujo de personas y mercaderías, se confunden turistas, comerciantes y traficantes, es decir, comercio lícito con contrabando, favorecido con algunas agencias que posibilitan el movimiento de dinero, el envío de remesas y algunas facilitan el actuar de quienes quieren desarrollan actividades ilícitas.

Pero es otro tema.

Salvador de Bahía - Aquel viaje del 2007

Ese año visitamos São Salvador da Bahía de Todos os Santos, capital del estado de Bahía y primera capital del Brasil Colonial. La ciudad tiene unos 3 millones de habitantes y es la más poblada del Noreste de Brasil. Antiguamente se la llamaba Bahía o la Roma Negra por ser considerada la metrópoli con el mayor porcentaje de negros localizada fuera de África.

A pesar de varios intentos de asentamientos por parte de los colonizadores portugueses, durante un tiempo y gracias a los conflictos que tuvieron, estos pasaron a formar parte de la dieta de los indígenas locales y la ciudad fue finalmente fundada el 29 de marzo de 1549 por Tomé de Sousa. Pronto se convirtió en puerto oceánico y en un importante centro de la industria azucarera y de tráfico de esclavos. Fue dividida en una zona superior y otra inferior, la primera fue el área administrativo y religiosa más importante y el hogar de la mayoría de la población. La parte inferior era el centro financiero, con un puerto y un mercado. A Bahía llegan soldados, médicos y jesuitas y luego de varias administraciones, la ciudad fue atacada por otras potencias con intenciones de hacerse de la producción de azúcar, ya que a finales del siglo XVII, Bahía se convirtió en el mayor exportador de azúcar del mundo.

En 1821, Brasil comienza su proceso de independencia, hasta que el 2 de julio de 1823 declara su Independencia de Portugal.

Como dijimos, la ciudad de Salvador de Bahía, está dividida en parte inferior y superior y se comunican con enormes ascensores. Un lindo sitio para visitar es el Pelourinho, ubicado en el centro histórico caracterizado por su arquitectura colonial barroca lo que hace que forme parte del Patrimonio Histórico de la Unesco. Pelourinho significa Picota, es decir que acá estaba ubicada una columna de piedra donde se exponían y castigaban criminales, pero acá se usaba para maltratar a los esclavos mediante azotes.

Abolida la esclavitud, esa parte de la ciudad comenzó a atraer artistas de todos los géneros convirtiendo al sitio en un centro cultural donde se instalaron hoteles, escuelas de danza, restaurantes, centros de fotografías y por donde circulan las mujeres bahianas usando sus vestidos de colores, grandes collares y turbantes en sus cabezas a la caza de algún turista para canje dinero por fotografiarse con ellas.

La costumbre de la vestimenta fue traída desde África por los esclavos, aunque algunos afirman que el uso del turbante en las mujeres, empezó con una epidemia de piojos que llegó a tal punto que las mujeres de la corte, entre ellas la princesa Carlota Joaquina, tuvieron que raparse la cabeza para evitar los contagios. Avergonzadas por lo sucedido, al llegar a Salvador de Bahía, bajaron a tierra con turbantes en sus cabezas. Esa imagen se replicó en muchas mujeres que aún mantienen la costumbre.

Por supuesto, Salvador tiene numerosas playas a lo largo de la costa Atlántica y las más conocidas de la zona urbana son Itapuan, Pituba, Artistas y Porto da Barra. Casi todas con restaurantes típicos, donde se prepara mariscos y diversas bebidas. Pero tal vez quieras probar el acarajé que es un buñuelo de porotos, frito en aceite de palma, típico de la cultura afrobrasileña. La llegada de los africanos venidos del Golfo de Benín y de Sudán, en el siglo XVIII, fue decisiva para el desarrollo de la cultura de Bahía ya sea en sus tradiciones como en sus alimentos.

Para quienes que tienen varias décadas, podes ver algo más de Bahía y seguro recordás una controvertida película de 1976: Doña Flor y sus Dos Maridos, protagonizada por Sonia Braga, dirigida por Jorge Amado y música de Chico Buarque quien popularizó su tema “Oh, que será”.

También hay otras películas que muestran a Salvador de Bahía y que podes buscaras y disfrutarlas. Algunas de ellas son: Capitanes de Arena (2011),  Oh, My God (2007), Ciudad Baja (2005), El Milagro de Candeal (2004), Woman on Top (2000), El Pagador de Promesas (1962), It´s All True (1942) dirigida por Orson Welles.

Y por supuesto si queres escuchar música bahiana te sugiero que te sumerjas en el mundo de Olodum quienes acompañaron a grandes estrellas de la música, entre ellos a Wayne Shorter, Herbie Hancock, Bernie Worrell, Paul Simon y Michael Jackson con quien participan en “They Don´t Care About Us (No les importamos) cuyo video original fue filmado en una prisión de Nueva York, pero fue prohibido ya que mostraba imágenes de extrema violencia. Luego y con algunos cambios musicales, Spike Lee pudo lograr un nuevo video que grabó en el barrio Doña Marta de Río de Janeiro y en el Pelourinho de Salvador de Bahía. Hoy ese tema es usado como un himno por el mundo. La canción tiene mucho significado. Habla del dolor, el prejuicio y el odio, para llamar la atención sobre los problemas sociales y políticos como forma de protesta contra un gobierno o contra el racismo o por violencia de género. El siguiente video compilado el año pasado, es una mezcla del video original, con la versión Brasil y las protestas sociales. Disfrutalo.

El estatus de Salvador como capital de la colonia durante 250 años, está reflejada en sus impresionantes palacios, iglesias y conventos coloniales, la mayoría de ellos datan del siglo XVII, como la Catedral de San Salvador, que es una antigua iglesia jesuita, pero también la Iglesia de Nuestro Señor de Bonfím, cuya imagen es la más venerada de Brasil, en estilo rococó con decoración neoclásica portuguesa. Pero también de esa época podes visitar la Iglesia y el Convento de San Francisco con su decoración barroca o el Mercado Modelo de Salvador de Bahía, donde podes disfrutar de compras a buenos precios, pero también de excelentes menús. Hay 200 stands que muestran piezas de arte y artesanías hechas en Bahía, dos restaurantes y varios bares que sirven bebidas típicas y aperitivos.

Salvador es una ciudad moderna, de grandes edificios, atractivos turísticos y poseedora de un rico patrimonio cultural e histórico, pero también enfrenta desigualdades sociales, donde un tercio de su población vive en barrios carenciados.

Con respecto al Carnaval, según el Libro Guinness de los Records, dice que el Carnaval de Bahía es la mayor fiesta del planeta. Que dirá Río de Janeiro sobre esto??

La ciudad es fantástica para visitar y de verdad vale la pena hacerlo.

Pero también podes recorrer varios lugares cercanos que para muchos alcanzan el nivel de paraíso. Hablo de Itacaré, Ilehus o el Morro de Sao Paulo donde el sol ilumina las torres del antiguo fuerte, los farallones de arcilla y las redes colgando de los pescadores. Muchos turistas la comparan con Ilha Grande, en la zona carioca, ya que son muy tranquilas y en ninguna de ellas se permiten autos. Solo playas, senderos, cascadas y naturaleza. En el centro se concentran las pousadas y los restaurantes. El Morro fue una villa de pescadores hasta los años 70, cuando fue descubierto por mochileros y a partir de ahí se popularizó.

Nosotros tomamos un vuelo local y fuimos a Porto Seguro. Alquilamos coche y cruzamos a Arraial D’Ajuda con una gran barcaza que cruza las aguas del río Burahém. Allí nos alojamos en un complejo de cabañas regenteado por un argentino quien abandonó su empleo de bancario en Buenos Aires, para dedicarle su pasión a las cabañas y tratamientos de masajes en las paradisíacas playas bahianas.

Te puedo decir que salvo que quieras conocer otros lugares, el coche lo usas poco. Por eso nosotros lo disfrutamos mucho. Poco descanso, buen desayuno, salir temprano y volver al anochecer. Al día siguiente otra vez y a visitar otros lugares y disfrutar un día completo. Consumimos kilómetros y combustible. No nos quedamos quietos porque nos aburrimos. Los tiempos son cortos y se aprovechan al máximo.

En Arraial, la movida es tranquila, pocas construcciones en combinación perfecta con la naturaleza. El centrinho se llena de gente en su calle Broadway y la movida dura hasta pasada la medianoche en bares y restaurante donde abundan la diversión y la buena música. Por la mañana podes disfrutar del Parque das Aguas con grandes piletas, una de ellas con olas artificiales, canales para circular en bote de goma, playas, áreas de comidas y zonas de masaje frente al mar. También podes hacer rapel y disfrutar de los toboganes de agua. Para éstos es necesario estar un poco loco, lo digo por experiencia, porque se ven lindos y divertidos, pero en el momento en que estas colgado de un arnés y tus pies no tocan nada seguro, la sensación se complica y pensás: Que carajos hago acá?. Con el tobogán de agua pasa algo similar, porque desde las alturas ves el parque completo y al lanzarte sentís que tu cuerpo se despega y literalmente vas en el aire. La adrenalina aumenta e imaginas que vas a volar hasta más allá de las palmeras que ves al fondo. Es raro, divertido, pero bastante loco.

Porto Seguro es más grande y te ofrece historia, entretenimiento, cultura, naturaleza y arte. Con 90 km de playas protegidas por arrecifes de corales, ríos, arroyos, cocos y una exuberante área de Vegetación Atlántica. Podés realizar distintos paseos a bordo de embarcaciones o directamente moverte por tu cuenta por Recife de Fora, Cora Alta, Santo André, Trancoso con kilómetros de playas de aguas claras, ríos y  manglares y Cumuruxatiba, llena de posadas, restaurantes y bares en la orilla del mar. Después a pasear por la Passarela do Álcool (el nombre lo dice todo no?), que está considerada uno de los mayores mercados a cielo abierto de Bahía y podes disfrutar de bares, restaurantes, sitios de compra y lugares con mucha animación. Allí te recomiendo que disfrutes de los cócteles de frutas o las capetas, que es una bebida a base de aguardiente de caña, chocolate en polvo, guaraná y leche condensada. Para acompañar la movida nocturna, el comercio funciona hasta la medianoche.

Si queres conocer un poco de historia de la ciudad, debes ir al Sitio Histórico de la Ciudad Alta. Uno de los primeros núcleos de Brasil que desempeñó un papel importante en los años de la colonización. Allí hay iglesias y edificios recuperados por el gobierno de Bahía, en ocasión de las celebraciones de los 500 años de Brasil. Además hay un museo, un faro, las ruinas de una escuela de seminaristas y el monumento de piedra Marco do Descobrimento traído por los portugueses que ubica el lugar exacto del descubrimiento de Porto Seguro en el año 1500. Pero recién en 1535, el capitán Pero de Campo Tourinho, creó el pueblo al que llamó Nhoesembé.

Ahora si tu idea es visitar la Polinesia Brasilera (o por lo menos así la llaman los locales), te aconsejo que vayas a Praia do Forte. Con extensas playas de agua cristalina, dunas, cocoteros, ríos y una reserva ecológica donde está instalada el Proyecto Tamar, que está dedicado a la preservación de tortugas marinas y está lleno de nido que se encuentran bien cuidados. La Villa de Praia do Forte fue una aldea de pescadores, con características rústicas bien conservadas y animada vida turística, con restaurantes, bares, cafeterías y posadas.

¿Más lugares para conocer?

Coroa Vermelha (Corona Colorada), fue el lugar elegido por Fray Henrique de Coímbra el 26 de abril de 1500 para llevar a cabo la primera misa en tierra brasilera y se dice que la cruz que existe en la ensenada fue la usada es esa oportunidad para dicha ceremonia después del largo y difícil viaje del descubrimiento.

Trancoso, es otro antiguo pueblo de pescadores, ubicado en lo alto de un acantilado y de una belleza exuberante, donde se respira aire bohemio y artístico. Con caminos de tierra, casas de madera pintadas de colores. Recién en 1999 se construyó una ruta moderna que la une con el aeropuerto de Porto Seguro, pero también se construyó un aeropuerto pequeño para que lleguen celebridades como Neymar, Naomi Campbell, Kate Moss o Will Smith, habituales visitantes de éste paraíso. El corazón de Trancoso es el Quadrado, una gran plaza cubierta de hierba, libre de coches, rodeada de casitas y restaurante que por las noches se iluminan con faroles de colores. Al final de esa gran plaza, una iglesia antigua cerca de los acantilados. De verdad un lugar muy bonito para visitar.

También podes ir a Santa Cruz de Cabralia, Guaiú o Praia do Espelho. Todos lugares tranquilos, donde se disfrutan de extensas y solitarias playas, rústicas casas bajas que se mezclan con posadas modernas y una buena comida con frutos de mar que abundan en la zona.

Bahía es tal vez la parte más linda de Brasil por eso la recomendamos.

Pero hasta acá llegamos hoy.

La próxima semana continuaremos con la segunda parte de éste enorme y fantástico país, tan amado para los argentinos. Los esperamos

 

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