Murió Juan José Stagnaro, histórico director de fotografía de Leonardo Favio
Director de fotografía de grandes títulos y hombre de la industria, el enorme esfuerzo de Juan José Stagnaro por el desarrollo de la cinematografía argentina fue constante y sin pausa hasta hoy, cuando su muerte luego de una larga enfermedad puso fin a más de cinco décadas de labor. En ellas contribuyó al desarrollo de grandes clásicos del cine nacional como Este es el romance del Aniceto y la Francisca., Juan Lamaglia y Sra., Nazareno Cruz y el lobo, en las cuales fue el director de fotografía, e incluso en trabajos con su firma como Una mujer o The Players vs. Angeles Caídos, dirigida por Alberto Fischerman con la codirección de Néstor Paternostro, Raúl de la Torre, Ricardo Becher y el propio Stagnaro, quienes se autodenominaron Grupo de los Cinco. En tan solo un par de años, el Grupo dejó una marca indeleble en el cine argentino.
Contribuyó al desarrollo de grandes clásicos del cine nacional como Este es el romance del Aniceto y la Francisca, Juan Lamaglia y Sra., Nazareno Cruz y el lobo, en las cuales fue el director de fotografía, e incluso en trabajos con su firma como Una mujer o The Players vs. Angeles Caídos, dirigida por Alberto Fischerman con la codirección de Néstor Paternostro, Raúl de la Torre, Ricardo Becher y el propio Stagnaro, quienes se autodenominaron Grupo de los Cinco. En tan solo un par de años, el Grupo dejó una marca indeleble en el cine argentino.
Stagnaro o, Buby, como lo conocían todos en el ambiente, tuvo sus primeros contactos con el cine en la Asociación de Cortometrajistas, en la que se formó en cursos impartidos por Simón Feldman y Mabel Itzcovich.
Como espectador se formó en el Cine Club Núcleo y no pasó mucho tiempo hasta que descubrió y se abrazó a la dirección de fotografía. Más tarde encontraría refugio en el mundo publicitario.
Conocer a Leonardo Favio fue determinante para Juan José Stagnaro: un choque de fuerzas que produciría una fructífera alianza. Luego de haber visto sus cortos, Favio lo invitó a realizar la fotografía de Este es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la tristeza y unas pocas cosas más, en un vínculo que prosiguió en Nazareno Cruz y el lobo y varios años más tarde en la restauración de material de archivo -cuando Buby ya contaba con su laboratorio cinematográfico-, y acompañó a Favio en la miniserie Perón, sinfonía del sentimiento, uno de los últimos trabajos del legendario director.
A mediados de los sesenta, inmediatamente luego del Aniceto y la Francisca trabajó a las órdenes de Mauricio Berú en el corto Fuelle querido, donde retrató la historia del bandoneón a través de cinco instrumentistas como Pedro Maffia, Pedro Laurenz, Ciriaco Ortiz, Aníbal Troilo y Ástor Piazzolla; y singularmente en el episodio Noche terrible, sobre el cuento homónimo de Roberto Arlt dirigido por Rodolfo Kuhn para El ABC del amor, tríptico que completaron los capítulos de Hélvio Soto y Eduardo Coutinho.
Para Kuhn también realizó la fotografía de Turismo carretera, recibiendo elogios de la revista Fotografía: “El único ganador absoluto de este trabajo es Juan José Stagnaro”, dijeron. Y del diccionario de films argentinos Manrupe-Portela que señala su fotografía en color como una de las mejores de la década. Pero luego vendrían dos de sus trabajos más renombrados, los realizados para los films de Raúl de la Torre en Juan Lamaglia y Sra., y nuevamente Favio con Nazareno Cruz y el lobo.
Socio honorario de la Asociación de Directores de Fotografía, se retiró de ese rol en Peperina, nuevamente con Raúl de la Torre a mediados de los noventa. Como director concretó Una mujer a mediados de los setenta y como productor un film para niños Micaela, una película mágica, en plena crisis de 2001 de la que se repuso financieramente pero no así de los cambios en la industria que lo llevaron a la quiebra a mediados del año pasado. Dos documentales recientes contaron con su testimonio: Favio, crónica de un director y El francesito sobre Pichón-Riviere, porque en su formación humanista había cursado Psicología social, lo que -aseguraba- le permitió entender mejor el mundo del cine.
Fuente: La Nación.