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De meter a su equipo en la final de la Copa, a trabajar 16 horas en una calera

Se trata de Federico Salinas, actual delantero de San Martín de Cañada Honda, que además de dedicarse al fútbol debe trabajar toda la semana para mantener a su familia.
sábado, 5 de diciembre de 2020 · 12:28

La realidad de la mayoría de los futbolistas sanjuaninos es más que dura, al nivel que algunos tienen que afrontar más de un empleo para poder mantener a sus familias. El caso de Federico Salinas no es la excepción, por lo que al mismo tiempo juega al fútbol debe trabajar 8 horas diarias en una calera para solventar todos los gastos y darle una vida plena tanto a su hijita como a su mujer.

Federico Salinas, actual delantero de San Martín de Cañada Honda, se convirtió en la estrella de una de las semifinales de la Copa de Campeones. El futbolista marcó dos goles y metió al conjunto sarmientino a la final. Sin embargo al contrario de lo que uno pensaría el joven de 28 años ni siquiera tuvo tiempo para festejar este importante triunfo en su carrera.

El mismo día jueves en que se disputó este partido, él debía cumplir un turno de 8 horas en la calera en la que trabaja desde las 22:00. Al tener esta importante cita en la Copa no pudo desempeñar sus tareas como hace habitualmente. Debido a esto un compañero tuvo que cubrirlo, por lo que Salinas devolvió esas horas el viernes a las 6 de la mañana.

Es decir por la noche del 3 de diciembre conseguía su pasaje a la final y durante las primeras horas del 4 de diciembre tuvo que desplazarse hasta su lugar de trabajo. No obstante esta jornada laboral no terminó con estas ocho horas, sino que tuvo que devolver las horas perdidas durante el mismo día. Es decir de las 24 horas del día, tuvo que transportar bolsas de 25 kilos de cal durante 16.

"El jueves tenía que entrar a las 22:00 y no llegué, así que un compañero me hizo el turno y yo se lo devolví ayer (por el viernes) a las 6 de la mañana hasta las 14 y después volvía a las 22 hasta las 5 de la mañana de hoy (por este sábado)", reveló la figura de San Martín de Cañada Honda.

Si bien reconoció que tener que trasladar estas 1.000 bolsas por jornada el provoca fuertes dolores de cintura, piernas y brazos, es consciente de que es necesario para poder mantener a su hijita de seis años y a su mujer. "Es un sacrificio muy grande que hacemos, tenemos una familia que mantener así que es una responsabilidad que uno día a día uno tiene", sentenció.