DEPORTES

¡Pero que viva el fútbol! La pelota ya volvió a rodar

Duelos, trofeos, nazis, giros, traiciones y animales peligrosos. ¿Una nueva Indiana Jones? No, es la historia del Revierderby, el clásico del Ruhr entre Borussia Dortmund y Schalke, el plato fuerte del regreso de la Bundesliga.
sábado, 16 de mayo de 2020 · 10:47

A comienzos del Siglo XIX, AlemaniaBandera de Alemania era un rejunte de territorios sin orden institucional. Un país rezagado respecto de sus vecinas Francia-Bélgica y de Gran Bretaña. En el XX, ya estaba a la vanguardia en materia industrial. Mucho tuvo que ver la cuenca minera del Ruhr. Se trata de un territorio compuesto por once ciudades en pleno estado de Renania del Norte-Westfalia, al oeste del país, que son cruzadas por el Ruhr, un afluente del río Rin. Llegó a ser la mayor zona industrial del mundo gracias a una inmensa cuenca minera.

Por algo franceses y belgas se quedaron con la zona a partir del Tratado de Versalles, después de la primera guerra mundial. Los recursos naturales y el trabajo industrial la convirtieron en la región más rica y más poblada de Alemania. Las ciudades crecían y con ellas los clubes. Schalke se funda en 1904 en Gelsenkirchen, aunque recién 20 años después adoptaría ese nombre y el color azul. Por entonces, jugaban trabajadores de las minas. Borussia surge en Dortmund en 1909 a partir de un raro cruce: influencia de una parroquia católica-nombre de cervecería.

Gelsenkirchen y Dortmund están separadas por 35 km. Schalke y Borussia son los equipos más representativos, pero no lo únicos: la cuenca del Ruhr tiene a Bochum-Duisburgo-Essen y otros. Pocas zonas, en una Europa más descentralizada que Sudamérica, tienen tantos representantes. En 1925 se enfrentaron por primera vez. Fue victoria 4-2 para Schalke. Se volvería costumbre: Dortmund recién pudo ganar...¡EN EL DUELO 19!, en 1943. Para entonces, el historial estaba 18-0 para los de Gelsenkirchen (un empate). Esto incluye tres 7-0, un 9-0 y hasta un 10-0.

Por esos años, Schalke desplegaba una de las primeras revoluciones tácticas en la historia del fútbol, conocida como Schalker Kreisel (giro). Pases cortos y ataques determinados por los movimientos sin pelota. Nuevo en la época. Pero algo importante estaba pasando en esa Alemania. El nazismo gobernó Alemania desde 1933 hasta la finalización de la guerra en 1945. Schalke ganó seis Gauligen (tiene 7 en total en su historia) y disputó 14 de 18 finales entre 1934 y 1944. Fue su única era dorada. ¿Casualidad? Hay distintas versiones al respecto 2008, The Times señaló a Adolf Hitler, que no era un fanático del fútbol, como hincha de Schalke. Desde el club desmintieron ese dato y presentaron la hipótesis inversa:  no ganaban por ser el equipo de los nazis, sino que eran el equipo de los nazis porque ganaban.

La figura de la época no simpatizaba con el régimen y tuvo algunos desplantes para con los nazis. Era Ernst Kuzorra, un minero de Gelsenkirchen que fue capitán, entrenador y dirigente de Schalke. Durante 1935 jugaba para los Mineros y era el DT de Borussia Dortmund. Inimaginable. El éxito deportivo en una zona de gran fortaleza industrial era tentador para el imaginario nazi de superioridad. Si bien no hay fotos de Hitler viendo un partido del Schalke, sí hay imágenes de diversos símbolos de la época en el estadio y en la ciudad.

Borussia Dortmund, en cambio, sufrió una fuerte persecución. El club contaba con socialistas y comunistas que se negaron a someterse a las órdenes del nazismo. Su presidente, Egon Pentrup, fue desplazado por esto mismo y reemplazado por un miembro del partido. “Borussia Dortmund representa la diversidad. Nosotros nos oponemos a cualquier tipo de racismo, antisemitismo, y discriminación", dijo hace uno años su DT tras inconvenientes con neonazis. Era un tal Jurgen Klopp. E hicieron un video llamado "El fútbol y el nazismo no encajan".

Quienes mejor conocen la historia de la relación entre nazismo y fútbol son los de “No fue un juego”, una muestra itinerante con base en el Museo del Holocausto, que fue realizada por periodistas argentinos, premiada por la Federación Alemana. Los 15 años que van de la reanudación del fútbol alemán del 48 a la creación de la Bundesliga en el 63 ya marcarían una tendencia inversa: Dortmund 16 a 7 en duelos, más tres títulos en cinco finales, y Schalke con la última coronación de su historia en liga en 1958. En 1963 los dos equipos son miembros fundadores de la nueva Bundesliga de Alemania Occidental. Desde ahí se reafirmarían la tendencia con ocho victorias consecutivas del Dortmund, seis de ellas por goleada, incluyendo dos 6-2 y un 7-0. Se emparejaba la historia. Era la temporada 69/70. Dortmund recibía a Schalke en un Rote Erde (todavía hacía de local ahí) sobrepasado de gente. Se produjo una invasión de campo, se descontrolaron los perros policía y uno mordió a Friedel Rausch, jugador de la visita. El partido se siguió jugando y fue 1-1.

Rausch recibió un par de puntos, una antitetánica, un ramo de flores y 500 marcos alemanes (algo más de 200 euros) por parte de Dortmund. Una leyenda dice que no fue un perro de la policía, sino de un hincha que llevó a su ovejero para hacerse pasar por seguridad y ver el partido. Schalke no se iba a quedar atrás. Estaba de moda que cada equipo tuviera su mascota. ¿Vos me atacás con un perro? Para la revancha en la segunda rueda, el equipo recibió al Dortmund con ¡UN LEÓN! que había pedido prestado al zoológico de la ciudad. Una verdadera locura.

No todo fue disputa en esos años. En 1974, Borussia Dortmund atravesaba una profunda crisis institucional y económica producto de tres años en segunda. Para la inauguración del Westfalenstadion (sede de Mundial) invitaron a Schalke, que aceptó ir a jugar gratis para ayudar a su rival. Entre los descensos de ambos estuvieron un tiempo jugando poco. Schalke volvió en la 91/92 después de tres temporadas y goleó 5-2 a Dortmund en el inicio del torneo. Es victoria tendría un sabor especial: su rival terminaría perdiendo el título por diferencia de gol vs Sttutgart.

 El año 97 fue especial para los dos: en una semana, Schalke ganó la UEFA vs Inter y Dortmund la Champions vs Juventus. Los hinchas de ambos equipo se hermanaron bajo el grito de "¡Ruhrpott! ¡Ruhrpott!". Beckenbauer expresó: "El corazón del fútbol alemán late en el Ruhr". Europa podría habernos regalado una hermosa Supercopa. Sin embargo, la victoria de ambos llegó a destiempo: hasta entonces la disputaban los campeones de Champions y la vieja Recopa. Dos años después dejaría de existir esa competición y se reemplazaría al finalista por el de UEFA.

1997 deparaba más sorpresas. 19/12, Westfalenstadion. Dortmund 2-1 arriba. Última jugada, córner para Schalke. Mal rechazo en el primer palo. Linke busca el segundo, y por atrás aparece Jens Lehmann para poner el 2-2 y el 1er gol de pelota en movimiento de un arquero en Alemania. -¿Lehmann? ¿El de los penales en el Mundial 2006? Correcto. Pero si me acuerdo que atajaba en el Dortmund... Claro. Después de 10 años en Schalke se fue a Milan y a los 6 meses volvió al Ruhr....pero para atajar en el Borussia, su histórico rival.

En 2007, Schalke estuvo muy cerca de romper una racha de casi 50 años sin ser campeón de liga. A falta de dos fechas era líder con un punto de ventaja sobre Sttutgart. El sueño se lo hizo trizas Borussia Dortmund al vencerlo 2-0 en su casa (Frei-Smolarek) a dos fechas del final. Ese día el arquero de los Mineros fue un joven Manuel Neuer, que estaba teniendo su primera temporada como profesional. En Dortmund jugó Christoph Metzelder, quien tras un paso poco fructífero por Real Madrid se cruzó de vereda y pasó a Schalke. Él convenció a Raúl de ir al club.

Para la 07/08 ya estaba Klopp en el banco del Dortmund. Su debut en el Revierderby pintaba para catástrofe: estaba 0-3 por los goles de Farfán-Rafinha-Westermann. Pero terminarían 3-3 por los gritos de Subotic y Frei (otra vez) x2. Jurgen eligió no ver el penal de la igualdad. Diez años después, Schalke dibujaría una hazaña todavía mayor: Dortmund estaba arriba 4-0 (Aubameyang-Stambouli-Gotze-Guerreiro) pero Burgstaller descontó a los 16 ST. Después lo hicieron Harit (25) y Caligiuri (41). Empató Naldo 4-4 en el quinto minuto de descuento.

En 2018, un hecho histórico para la región: se cerró en la cuenca del Ruhr la última mina que estaba en funcionamiento. Schalke puso los nombres de los pozos en su camiseta. Dortmund usó remeras alusivas que decían "Danke Kumpel" o "Gracias camarada".“Aquí el carbón, el acero, el fútbol y la cerveza son indivisibles. Impregnan nuestra cultura y nuestra comunidad”, definió alguna vez Hans-Joachim Watzke, director general del Dortmund, a la cuenca del Ruhr.

Definido como uno los clásicos más atrapantes del fútbol mundial, en un contexto histórico muy particular, volverán a verse las caras (al menos sus jugadores) Schalke y Borussia Dortmund. Una nueva edición de un Revierderby. Una nueva página en esta maravillosa historia.

 

 

Fuente: Varsky Sports