FÚTBOL INTERNACIONAL

Chau chau adiós, un técnico argentino renunció a su cargo

El entrenador decidió abandonar la conducción de su equipo en la previa del partido con el Xeneize.
jueves, 24 de septiembre de 2020 · 15:21

Se veía venir. Por la floja campaña del equipo en el Apertura paraguayo, por las dos derrotas en fila en la Copa Libertadores y por las propias palabras de Ramón Díaz tras la caída de este miércoles frente a Caracas por el Grupo H de la Copa. El ex DT de River acordó su salida de Libertad de común acuerdo con la dirigencia y no dirigirá el partido del miércoles frente a Boca en la Bombonera. En su reemplazo estará Juan Samudio, ex goleador del club que conduce la Reserva.

"En el fútbol todo pasa y hay que seguir proyectándose para el futuro. Desde mi punto de vista, hay muchas cosas por corregir. Ahora, cuando voy para Paraguay, me voy a juntar con los dirigentes porque tengo que hablar algunas cosas con ellos...", había dicho Ramón luego de la derrota 2-1 frente al Caracas, una de las sorpresas del torneo (ganaba 1-0 y perdió sobre la hora). Dicho y hecho, este jueves presentó la renuncia y la Comisión Directiva del club no puso reparos. Libertad se ubica tercero en la tabla con seis unidades, a tres de Boca (tiene un partido menos) y a uno de los venezolanos.

La pandemia fue un antes y un después para Ramón. Antes del parate, su equipo marchaba puntero en el Apertura guaraní y también en el Grupo H de la Copa, donde además tenía puntaje ideal. Sin embargo, el Gumarelo arrancó el semestre con el pie izquierdo y nunca pudo levantarse. En el campeonato local entró en una racha negativa y quedó a seis puntos del líder Cerro con sólo dos fechas por disputarse, mientras que en la Libertadores deberá sumar de a tres cuanto antes para tener alguna esperanza de clasificarse a octavos.

En medio de todo eso, la derrota 2-0 frente a Boca, en la que su equipo dejó una muy pálida imagen y mereció perder por más goles, fue el quiebre definitivo en la relación con los hinchas y con los dirigentes, que ya venía desgastada de antemano. El Pelado pegó el portazo antes de afrontar un partido chivísimo en el Templo. Otra vez, volvió a decir "Yo no...".