Conmoción

Wey Zapata, el pibe que murió haciendo lo que amaba sin renunciar a sus sueños

El perfil de un joven motociclista que se supo ganar el corazón de todos los sanjuaninos al transformarse en un ejemplo de superación.
domingo, 4 de abril de 2021 · 22:02

Sin dudas, este domingo quedará recordado como una de las jornadas más tristes para el deporte sanjuanino por la muerte del joven piloto que día a día se mostraba como un ejemplo de superación desde aquel vuelco que protagonizo en noviembre de 2020. Gerónimo Alberto Zapata Bacur, más conocido como el Wey, perdió su vida haciendo lo que amaba sin renunciar a sus sueños, arriba de una moto.

Zapata cayó de su moto durante la segunda fecha del MX de Córdoba y fue embestido por otros dos competidores que no lograron esquivarlo. El joven piloto fue literalmente pasado por encima e inmediatamente fue socorrido y llevado a un hospital, herido de gravedad, donde no pudieron salvarle la vida.

El sanjuanino demostraba su ejemplo de superación arriba de la moto, al ser uno de los 5 o 6 pilotos que corría con solo un brazo en todo el mundo y el único que lo hacía a nivel competitivo.

Al joven le había cambiado su vida después de perder el control de su vehículo cuando guiaba un Chevrolet Corsa Classic por Ruta 40, justo antes de llegar al cruce con la calle 5. En aquella oportunidad esto provocó que terminara volcando y fuera trasladado de urgencia al hospital Rawson donde los profesionales médicos tuvieron que amputar su brazo izquierdo.

"Hice una pestañeada, me fui a la banquina y cuando volanteé para volver de la banquina al asfalto el auto se puso en dos ruedas y ahí fue cuando se produjo el vuelco. Ahí una doctora me hizo un torniquete y me salvó la vida porque me estaba desangrando", rememoró días después del accidente ante las cámaras de Canal 13.

"Después de estar al borde de la muerte, estar vivo es más que suficiente", reflexionaba Zapata, revelando que desde un principio el no consideró el hecho de perder un brazo como una razón para deprimirse. Directamente este amante del motocross aseguraba que en su vida nada había cambiado, ya que solamente "tenía un brazo menos".

A los pocos días de protagonizar aquel siniestro vial que le costó la pérdida de su brazo izquierdo, varios profesionales de la salud le advirtieron que se alejara del mundo de las motos. "Te decían que has estado casi muerto, que te han revivido y que la moto ya fue sin un brazo. Pero cómo puedo aceptar eso si es lo único que se hacer. Corro en moto desde que tengo 3 años. Quiero seguir, permanentemente estoy andando en moto", contó en el mes de enero en Canal 13.

"Vengo de una familia muy humilde y nos ha tocado la pasión por este deporte tan caro. Siempre nos ha tocado lucharla. Desde el minuto uno en que me dicen que perdí el brazo dije 'Uh, va a ser más difícil manejar la moto'. Desde que me dieron el alta empecé a trabajar, paso 2 o 3 horas entrenando debajo de la moto con ayuda psicológica y el kinesiólogo", agregó en aquella oportunidad un joven que desbordaba las ganas de superarse.

De hecho durante el mes de enero pudo reactivar los entrenamientos en su escuelita de motocross con unas 30 personas entre chicos y grandes, en el predio de ASER y en un circuito que él mismo improvisó en un descampado de La Laja, Albardón. El motocross fue el lugar que lo mantuvo ocupado de lunes a lunes.

Con esa pasión y con esas ganas, el Wey se ganó el corazón de todos, como  aquel joven deportista que fue un emblema de la superación y logró volver a practicar la disciplina que tanto amaba. Ese pibe que no paraba de sorprender cuando el 15 de marzo, cuatro meses después del choque, se presentó en la primera fecha del Campeonato MX Patagónico Sur en Rada Tally, Chubut, y se quedó con la victoria.

El joven era consciente de los riesgos que estaba expuesto al volver a correr unos meses después del grave accidente que sufrió. "El miedo y el riesgo siempre están, a veces pienso cuando me toca hacer alguna maniobra muy al límite. Pienso que si me llego a tocar con otro piloto o a equivocarme y la puedo pasar mal, pero hay un trabajo detrás de todo eso. Confió en lo que hago, en lo que entreno y soy consciente del riesgo que siempre está, puede pasar en cualquier situación", decía semanas atrás el joven corredor en Canal 13 San Juan tras haberse consagrado ganador en Chubut a cuatro meses de aquel accidente de tránsito.

Sin embargo este domingo aquella confianza jugó una mala pasada y tras un salto en plena competencia, el Wey protagonizó su última maniobra que lo llevó a perder su vida. Quizás una pregunta que puede surgir tras este desenlace fatal es si se podría haber evitado, pero como se le podía negar a un joven con tantas ganas de vivir que no practique más motociclismo, el deporte que practicaba desde que era un pequeño de 3 años.

La vida le había cambiado tanto, que durante la semana pasada estuvo junto a Daniel Scioli, quien atravesó por una vivencia similar. Fue un encuentro que le sirvió para compartir experiencias y también como ayuda para entender que podría salir adelante tras el grave accidente que había sufrido. En ese sentido, el “Wey” también había recibido la feliz noticia de que iba a ser apadrinado en sus carreras por el club Atlético Boca Juniors. Así lo mostró, con mucho orgullo, en una foto con el barbijo con los colores Xeneizes.

Tras su repentina muerte en competencia, Zapata seguramente será recordado como aquel piloto que había sufrido la amputación de su brazo izquierdo, sin embargo con mucha fortaleza logró salir adelante y volver a hacer eso que tanto amaba: subirse a una moto y desafiar todos los límites teniendo presente la frase que siempre repetía, “Motocross Wey”.