Cecilia Román, la exboxeadora que comenzó a ganar trofeos como fisiculturista
A sus 42, la ex peleadora no ha perdido nada de disciplina, pero sí debió cambiar de mentalidad para competir seriamente en esta nueva etapa de su vida abrazando el deporte.
Luego de una larga y consagrada carrera como boxeadora que la llevó a subirse a un ring en varias partes del mundo y a entrenarse siete años en Buenos Aires con mucho sacrificio, Cecilia Román está cosechando sus primeros triunfos en la nueva disciplina que decidió abrazar tras dejar el boxeo.
En su paso por Jorge por la Mañana, la ex luchadora peso pluma, contó cómo hizo para ganar cuatro trofeos en la Copa Roma de Fisicoculturismo. "Esta es una disciplina de evolución donde todo el tiempo busco ir mejorando", expresó la rawsina.
Román incursionó en el Fisicoculturismo Natural, que es diferente al que más prensa tiene. Esta parte del fisicoculturismo se trata de no depender de dopaje. Es decir, que el deportista que lo encara debe formar su cuerpo con ejercicio, dieta y descanso, sin recurrir a sustancias quimias, como anabólicos.
Una de las categorías que la tuvo como la mejor y merecedora de la medalla de oro, fue la de bikini. En esta categoría se exige que se note el trabajo del entrenamiento combinado con la alimentación, además de un gran resultado desde lo estético, con un fuerte acento en lo femenino, por lo que las competidoras posan en tacos de 12 centímetros y hasta con accesorios.
"La verdad es que no es fácil, fue todo un desafío presentarme en esta categoría", precisó la campeona, ahora en otra disciplina.
La segunda categoría que ganó fue más de poses, luciendo un conjunto deportivo, sin zapatos. En este caso, la ex campeona del mundo contó que fue otro desafío el prepararse para esta categoría.
Román contó que el fisiculturismo exige una evolución constante. Esto es, si el deportista logra una masa corporal que le permite competir, no debe perderla, e incluso debe evolucionar si desea competir en otras categorías con mayores exigencias. En este sentido, la ex boxeadora comentó que su objetivo es evolucionar para competir en categorías mayores, confesando, además, que, si bien le llevará un par de años, está segura de que con trabajo lo logrará.
Otra de las cosas que destacó que, en boxeo, luego de una pelea, con toda la exigencia que requiere la preparación previa, el deportista se puede relajar un poco. Es decir, si se prepara intensamente durante tres meses para un combate, después de este, puede descansar un mes. En cambio, el o la deportista que se prepara por meses para una competencia, y luego compite, no puede darse descanso, sino que debe mantener con mucha disciplina lo que ha logrado.
Roman aseguró que a ella no le costó mucho el cambio de mentalidad. El de pasar de boxeadora con su mentalidad, al de una fisiculturista con otra mentalidad. “Siempre me cuidé, después de una pelea con una preparación grande, nunca subí diez kilos, sino que me mantuve. Por eso me fue fácil por ese lado pasar al fisicoculturismo, porque tenía que ver con cosas que ya tengo incorporadas", expresó la deportista de 42.