Cuando el deporte y la solidaridad se cruzan: un sanjuanino que dedica su vida a los demás
El sanjuanino Francisco Acosta tiene 22 años y se está preparando para la Maratón Internacional a San Juan. En conjunto con su entrenamiento, realiza tareas de ayuda comunitaria en un centro de día y tiene una escuelita de fútbol para los chicos del barrio.
El deporte es el “cable a tierra” para muchas personas y el sanjuanino Francisco Acosta así lo definió. Con 22 años, el atleta se está preparando para la Maratón Internacional a San Juan, aunque también combina su exigente ciclo de entrenamiento con trabajos de solidaridad a la comunidad. Le dedica la vida a la ayuda comunitaria en un centro de día para personas que sufren de adicciones y también fundó una escuelita de fútbol en su barrio para “sacar a los chicos de la calle”.
El joven entrena todos los días, “tenemos un proceso con el profe muy lindo, muy abultado y tratamos de siempre trabajar la resistencia y la máxima velocidad. Por eso vamos por los 10 kilómetros”. Es la tercera vez que Acosta participa y espera tener buenos resultados en este, debido a que en las dos veces anteriores no había tenido los mejores resultados.
Por un problema de salud, Acosta se vio obligado a colgar las zapatillas por tres años. “Arranqué en el 2019 con el running, pero después arrancó al pandemia, me dio Covid y quedé con una secuela de arritmia cardíaca. Estuve tratándome y en el 2023 se me fue esa arritmia, me dieron el alta y arranqué a entrenar de vuelta”.
El lado B del deporte
Con su conocimiento en el deporte y junto a profesores, psicólogos, ayudantes terapéuticos y demás profesionales, integra un equipo interdisciplinar en el centro de día Casa Pueblo. “Abordamos adicciones a sustancias, al juego de azar y también tratamos la salud mental. Venimos trabajando muy bien acompañando a los chicos y ayudándolos”.
Pero eso no es todo. En el año 2022 fundó una escuelita de fútbol en el barrio Ferroviario Norte para ayudar a los chicos del barrio. “Trabajamos con la ayuda de los padres. Hacemos rifas y de esa manera compramos los elementos, pelotas y más cuestiones para trabajar con los chicos”. No se les cobra un canon mensual ya que la idea es tener una zona de recreación y utilizan un espacio público, por lo que no deben abonar alquiler.
“El deporte es de muchísima ayuda, es un cable a tierra y tengas la edad que tengas siempre es bueno realizarlo. Por eso trato de ayudar y acercar el deporte a chicos y grandes”, concluyó el joven atleta.