El camino de Isma, el sanjuanino que pasó del futsal de barrio a un club histórico
El joven, de apenas 18 años, debió separarse de su familia para poder cumplir su sueño de tener éxito en su carrera futbolística.
El sueño de la gran mayoría de los jóvenes argentinos es poder vivir jugando al fútbol y así solucionar los problemas económicos de su familia para siempre. Son millones los que lo sueñan, pero son sólo un puñado de ellos los que hacen todo el sacrificio necesario para lograrlo. En ese proceso se encuentra Isma, un pibe sanjuanino que a sus 18 años ya debutó en la reserva de un club histórico del interior.
Ismael Cuello es un pibe criado en el departamento Chimbas, al cual le inculcaron la pasión por la redonda desde muy chico. Desde su infancia sintió una gran conexión por la caprichosa, demostrando su talento. Al notar estas cualidades, sus padres nunca dudaron en que debía dedicarse a este deporte. Sin embargo, antes tuvo un paso por otra disciplina similar.
“Me crié en Chimbas, crecí en el barrio Pampa. Me motivaron mi vieja, mi viejo y también, en parte, un primo, que era el que siempre estaba conmigo. Él me invitaba a entrenar y siempre hacíamos todo juntos. Empecé a los 9 o 10 años en el club de mi barrio, jugaba futsal y estaba siempre con amigos, más que nada. Después surgió la oportunidad y me motivaron a probarme en fútbol 11. Me fue muy bien, gracias a Dios, y pude hacer inferiores en Peñarol”, relató.
Con el paso de los años, un gran talento fue destacando en los partidos de Ismael: su polifuncionalidad. Si bien siempre tuvo predilección por jugar por la banda izquierda, sector de la cancha donde encuentra su mejor versión, puede hacerlo tanto como lateral, volante o hasta extremo.
Gracias a la entrega en cada partido y a este talento, en el mes de enero de 2023, el coordinador de Peñarol le consiguió una prueba en un grande del interior. Se trataba nada más ni nada menos que de la chance de quedar en las divisiones formativas de Belgrano de Córdoba. Así fue como, sin haber tenido otras experiencias similares, Ismael la rompió. El sanjuanino sorprendió a los captadores y quedó en el “Pirata”.
“El tema de mi familia fue muy complicado y sigue siendo complicado separarme de ellos. Al principio me costó muchísimo adaptarme al estar sin ellos, sin tener a ningún ser querido cerca. Me costó mucho. También me costó mucho acostumbrarme a los entrenamientos por los horarios que teníamos. Entrenábamos en la mañana, tipo 08:00, y yo allá en Peñarol siempre lo hacía de tarde o de noche en futsal”, contó.
El pibe, que todavía era menor de edad en su momento, tuvo que madurar rápidamente para poder afrontar este nuevo desafío. No sólo debía cambiar los horarios de su rutina y alejarse de su familia siendo tan joven, sino que también debía adaptarse a la exigencia de un club de primer nivel.
Isma tenía que entrenar en la mañana y entregarlo todo hasta quedar casi sin aliento. Sin importar eso, por la tarde no podía relajarse porque debía ir al colegio para continuar con su educación, que siempre suele ser un requisito sumamente importante para los clubes más importantes del país. Luego de una práctica exhaustiva, él tenía que cursar desde las 12:50 hasta las 19:15.
Esta rutina tan exigente lo fue moldeando para tener lo que se necesita para destacar entre sus pares. Esta entrega no pasó desapercibida para los técnicos, quienes comprobaron que el sanjuanino, en prácticamente todos los partidos que disputaba en la 5ta, era el que más kilómetros corría. Así fue como este 2025 se le dio la oportunidad de tener su primera pretemporada con Reserva, llegando a debutar.
“Cuando debuté en Reserva, me tocó hacerlo de titular y estaba un poco tenso. Estaba inquieto en la concentración al saber que iba a ser mi primer partido. Después, ya en el partido, me supe manejar, supe controlar las emociones y, dentro de todo, me fue bien. Terminamos ganando el partido 1-0, que el rival era difícil también porque era contra Racing de Avellaneda. Fue muy lindo, se me juntaron muchas emociones cuando hablé con mis viejos, estábamos muy contentos”, reveló.
Luego de sacrificar tanto, el sanjuanino de sólo 18 años está viviendo no sólo un gran momento personal, sino también colectivo. En la Liga Profesional del Fútbol Argentino de Reserva, el “Pirata” ha disputado un total de 13 partidos en la Zona A. De los mismos, perdió únicamente un partido, ganando 7 y empatando 5. De esta forma, cosecharon 26 puntos, siendo el tercer mejor equipo de este grupo y ya teniendo garantizado su pase a octavos de final, dos fechas antes de que termine la fase regular.
“La clave del buen rendimiento del equipo está en los entrenamientos, nos entrenamos todos al máximo, sabemos lo que queremos y siempre tiramos todos para el mismo lado. Mi próxima meta es tratar de firmar contrato y lograr cumplir ese sueño que tantas personas y muchos chicos anhelan, que es debutar en primera”, sentenció.