Entre recortes y bonos, ¿hacia dónde apunta la brújula de Massa?

Con el ojo puesto en septiembre, con el propósito cumplir las metas fiscales fijadas con el Fondo Monetario Internacional, las intervenciones del ministro Sergio Massa en la economía apuntan principalmente a disminuir el gasto público para reducir el déficit fiscal y fortalecer las reservas del Banco Central. Por otro lado, teniendo en cuenta el clima electoral, ha dispuesto una serie de beneficios para los sectores vulnerables.

“El ajuste fiscal supone que van a bajar el gasto público que tenían comprometidos, de manera que el nivel de gastos de Estado va a ser menor”, dijo el economista Gerardo Mestre a Canal 13. Este hecho se consolidó efectivamente en el recorte presupuestario de $210.000 millones mediante la Decisión Administrativa 826/2022 del 20 de agosto pasado.

“La actividad económica, que tiende a enfriarse porque hay grandes volúmenes de dinero que el Estado tenía previsto gastar. Puede que no le dé a los empleados lo que pensaba aumentar o que no se haga una obra que se pensaba hacer”, expresó el entrevistado. Fue la misión desde el comienzo de la gestión de Massa, que paralizó las contrataciones al estado para el ingreso de nuevo personal.  

A los cambios en las erogaciones se les suma la restricción de la emisión de pesos, para contener el proceso inflacionario que azota a la Argentina. “Por el lado monetario, los instrumentos del Banco Central, lo que se conoce como esterilización de pesos, sacarían dinero circulante de la economía”, en consecuencia aseguró que “habrá menos demanda, que enfría la economía que se mueve por demanda en consumo e inversión. Habrá menor producto interno de lo proyectado”.

En el análisis no hay que dejar de lado el clima electoral, ya que el desembarco de Massa al ministerio de unificado de Economía no solo tiene que ver con administrar las expectativas de los mercados. El Poder Ejecutivo prevé gastar $210.000 millones en el refuerzo de ingresos para el sector más vulnerables del mercado laboral con el refuerzo de $20 mil para las asignaciones familiares y de $7mil para jubilados, además de las actualizaciones que se esperan para septiembre.

“Uno tiene que ver el efecto neto de las decisiones, recortan más de lo que otorgan, y la ecuación final termina siendo que hay un ajuste”,  dijo y finalizó, “esas erogaciones van a las personas más necesitadas, en la lectura electoral, ahí está el voto oficialista, en las clases medias bajas y bajas”.