En paralelo a lo que se conoció del concurso preventivo en el que entró OCA, se supo que la multinacional estadounidense Kimberly-Clark sorprendió con el cierre repentino de su planta en el Parque Industrial de Pilar, dejando a 220 trabajadores en la calle. La empresa anunció que trasladará la producción a su establecimiento en la provincia vecina de San Luis.

El personal fue notificado mediante telegramas enviados entre el sábado y el lunes, generando un fuerte malestar y desconcierto. La planta fabricaba productos de consumo masivo como toallitas húmedas y protectores diarios de las marcas Huggies, Scott, Kleenex y Plenitud.

Según informó el sindicato de Papeleros, el viernes previo al cierre la firma había suspendido actividades alegando tareas de mantenimiento en una subestación eléctrica. Sin embargo, al día siguiente notificó oficialmente la clausura definitiva.

Desde el gremio calificaron la decisión como “arbitraria” y comenzaron medidas de fuerza con el objetivo de revertir los despidos y lograr una instancia de negociación.