Se destruyeron más de 170.000 puestos formales de trabajo en la era Milei
Aunque algunos indicadores económicos muestran señales de recuperación, el empleo formal no repunta. En marzo se perdieron más de 7.000 puestos, y el deterioro se extiende a sectores estratégicos.
Mientras el Gobierno nacional celebra los primeros signos de recuperación económica, los datos del mercado laboral formal cuentan otra historia. Según cifras oficiales del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y un informe reciente del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), en marzo se perdieron 7.310 empleos asalariados registrados, y desde la llegada de Javier Milei a la presidencia la destrucción total supera los 115.000 puestos.
Esta situación refleja una desconexión creciente entre el repunte de ciertos indicadores macroeconómicos y la realidad del trabajo formal, tanto en el sector privado como en el público. Desde noviembre de 2023, mes en que Milei ganó el balotaje, hasta marzo de este año, el saldo laboral ha sido negativo de forma sostenida, rompiendo con una racha de 37 meses consecutivos de crecimiento del empleo que se mantuvo hasta agosto de 2023.
Una recuperación que no alcanza al empleo
Desde mediados de 2024, el comportamiento del empleo registrado ha sido errático: algunos meses con leves subas, otros con nuevas caídas. Por ejemplo, en noviembre de 2024 y enero de 2025, la economía mostró crecimientos intermensuales de 0,9% y 0,5%, respectivamente, pero los números del empleo siguieron en baja.
Solo en febrero hubo un respiro: actividad económica y empleo crecieron al mismo tiempo. Sin embargo, esa mejora fue efímera. En marzo, la actividad volvió a caer un 1,8%, y con ella se registró otra contracción en el empleo.
El director de Planificación Productiva de Fundar, Daniel Schteingart, analizó esta situación señalando que “la reactivación económica de los últimos meses no vino acompañada de nuevos puestos de trabajo”. Aclaró que, tras el derrumbe de los primeros meses de gestión libertaria, el empleo se estabilizó, pero sin mostrar signos claros de recuperación.
Ni el litio ni Vaca Muerta escapan a la crisis
El informe del CEPA también destaca que ni siquiera sectores estratégicos como la minería y la energía pudieron esquivar la caída del empleo. Entre petróleo, gas y minería, se perdieron cerca de 3.000 puestos de trabajo en los últimos meses, a pesar del empuje que significan desarrollos como Vaca Muerta o los proyectos de litio en el norte argentino.
Esta caída en sectores de alta inversión y proyección futura encendió señales de alarma entre analistas y especialistas en empleo. Las cifras muestran que el impacto del ajuste, la caída del consumo interno y el freno en obras públicas terminan repercutiendo incluso en actividades de peso internacional.
Un modelo con efectos dispares
Desde el Gobierno nacional, la explicación oficial se basa en la idea de una economía que primero debe corregir desequilibrios estructurales antes de mostrar mejoras sostenidas en el empleo. Sin embargo, para muchos analistas, el retraso en la recuperación laboral, sumado al alto nivel de informalidad y pérdida de poder adquisitivo, representa un problema estructural que podría extenderse en el tiempo.
Fuente: Perfil.