Durante abril, uno de los movimientos más destacados en materia económica fue el cambio en el régimen cambiario impulsado por el Gobierno nacional. Sin embargo, el economista Mariano Cáceres, magíster en Finanzas, advirtió en Canal 13, que no se trató de una verdadera liberación del cepo cambiario.

“Yo no lo definiría como una salida del cepo, sino como un levantamiento parcial a partir de ciertas medidas. Para hablar de una salida completa, las personas jurídicas deberían poder comprar libremente”, explicó Cáceres en diálogo con Canal 13. Según el especialista, el volumen operado por personas humanas en el mercado cambiario es mínimo en comparación con el de empresas.

Aun así, destacó que el camino elegido es positivo: “Sí, es positivo avanzar en la desregulación de una situación adversa como el cepo. Es muy positivo”.

Cáceres también se refirió al comportamiento del mercado durante los primeros días tras los anuncios. “La primera semana fue una sorpresa para todos. Se vio que hubo órdenes de bancos públicos a niveles bajos. Eso no se considera una intervención directa del Banco Central, pero sí hubo ayuda de organismos amigos”, afirmó.

Además, señaló que durante esa semana “no hubo importadores operando” y que fue recién en la segunda cuando el mercado comenzó a mostrar “algo más parecido al centro de la banda cambiaria”.

En cuanto al rol del Banco Central, Cáceres subrayó un aspecto clave: “No hubo intervención del Banco Central en ninguna de las ruedas. No ha comprado reservas, y ese es uno de los puntos importantes que exige el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”.

Consultado sobre las perspectivas de tipo de cambio, recordó una reciente frase del presidente Javier Milei: “Dijo que cuando el dólar esté a $1.000 van a empezar a comprar reservas. Eso parece más una cuestión discursiva”.

Desde su perspectiva, un dólar a ese valor tendría efectos negativos para la economía real: “Si uno evalúa el dólar como una herramienta de competitividad, hoy estamos muy caros en dólares. Basta ver lo que pasa cuando alguien planea irse de vacaciones o comprar ropa: muchos piensan en ir a Chile a abastecerse para el invierno. Esa situación se profundizaría muchísimo más con un dólar a $1.000”, analizó.

Para Cáceres, el escenario actual se asemeja a experiencias pasadas: “Parece casi la ley de convertibilidad. Me parece bastante raro. Estás trabajando en Argentina, cobrando en pesos y viviendo como si lo hicieras afuera”.

Finalmente, insistió en que el atraso cambiario sigue siendo uno de los principales problemas. “El impacto negativo está. Seguimos siendo caros en dólares y eso perjudica tanto a la producción como a las exportaciones”, concluyó.