Tras horas agitadas Maradona recibió su último adiós en una ceremonia íntima

Luego de que a las 7 de la mañana del jueves se abrieran las puertas de la Casa Rosada para que la multitud pueda despedir al astro del fútbol mundial en horas de la siesta el féretro debió ser cambiado de sala dentro de la Casa de Gobierno a raíz de los desbordes de la gente que ingresó a la sede como la que estaba alrededor de la misma.

En todo momento estuvieron presentes en el lugar su ex esposa Claudia y sus hijas Dalma y Gianina. Pasadas las 17 horas y en medio de una gran batahola llegó el coche fúnebre que lo trasladaría hacia su última morada, ésto agudizó las tensiones y las corridas que según el Presidente Alberto Fernández declaró en Radio continental se produjeron ante el nerviosismo de la gente que veía que no iba a alcanzar a entrar para darle su despedida.

El cortejo finalmente pudo salir desde Balcarce 50, sede de la Presidencia y recorrer Avenida 9 de Julio, luego autopista 25 de Mayo hasta llegar al cementerio Jardín del Pilar donde aguardaban un puñado de íntimos de la familia Maradona. Entre ellos Guillermo Cópola que se tomó de una de las manijas delanteras del ataúd para trasladarlo dentro del predio. 

La ceremonia fue oficiada por un sacerdote que había llegado temprano al lugar en el mismo sitio donde descansan Don Diego y Doña Tota, padres del 10. Sólo se pudieron observar algunas imágenes televisivas que tomaron algunos drones de canales de noticias pero no mucho mas de lo que en el interior de la necrópolis estaba ocurriendo. 

Sobre los incidentes en la Plaza de Mayo y en calles adyacentes el Presidente de la Nación hizo declaraciones radiales asegurando que "Todo funcionó muy bien hasta que algunos, viendo que el horario los iba a dejar afuera, se precipitaron, rompieron la puerta de entrada y todo se complicó". "Si no hubiéramos organizado esto, todo hubiera sido peor, porque era imparable"​​​​​​​, destacó el Jefe de Estado.