TESTIMONIO

Como vive el primer caso de Covid que tuvo el país

El empresario Claudio Ariel P, denominado paciente 0, dijo que todavía tiene anticuerpos y que donó sangre cinco veces
martes, 2 de marzo de 2021 · 12:30

Claudio Ariel P, quien resguarda todavía su identidad,fue el primer caso en el país, hace un año, tras volver de un viaje por Europa. Aseguró que se transformó en un laboratorio humano para que las investigaciones avancen”. Claudio, el paciente 0, en su casa de Puerto Madero, afirmó  "No puedo creer que haya muerto tanta gente por lo que yo tuve".

En declaraciones a Clarin  dijo “En un momento sentí que tenía la remera mojada, empecé a toser y me parecía raro, no entendía qué me pasaba y le dije a mi hermano, que me había ido a buscar al aeropuerto, que me llevara a la clínica ”. De contextura granítica, habitué del gimnasio, Claudio, que es proveedor de telas sintéticas para carteras y zapatos, venía de Europa, adonde había viajado por trabajo a distintas exposiciones de moda en Milán, Roma y Marsella.

“Después de semejante recorrido, me estaban haciendo estudios médicos, los recuerdo muy intensos, pero jamás imaginé que estaba contagiado de coronavirus, una enfermedad de la que poco había escuchando hablar”. “Positivo”, diagnosticó el PCR, lo que dejó un instante perplejo a este hombre soltero, de 44 años, siempre de buen talante.

“Tardé un poco en reaccionar, no lo podía creer, hasta que los médicos me explicaron la situación y me dijeron que me iba a tener que quedar internado”, explica Claudio, que se enorgullece “de haber actuado de manera correcta, yendo al hospital sin haberme contactado con nadie, después del viaje”. Remarca este punto “porque se publicaron algunas mentiras asegurando que yo me había encontrado con gente y presentado al otro día en el hospital. Eso es falso"

Nuestro país  comenzaba a transitar su durísimo año de pandemia que al día de hoy superó los 52.000 fallecidos y los dos millones de contagios. “ Hoy, a la distancia, soy un agradecido de haber sido un paciente asintomático, porque sólo sentí fiebre el primer día, cuando me dejaron internado con 39 grados, pero unas horas después ya me sentía impecable”.

Estuvo catorce días aislado, en dos clínicas, “Venía de comer y de tomar de todo en Europa, yendo de aquí para allá, sin horarios y con mucho trabajo, y de repente, como quien no quiere la cosa, estaba comiendo pollito hervido con calabaza en una habitación solo y atendido por médicos con trajes espaciales. Fue un sacudón inesperado, al principio me costaba aceptarlo, pero no quería preocupar por de más a mi madre, a la que llamaba por videollamada para que viera que me sentía bien”.

. Haber sido el primer paciente argentino oficial requirió un vínculo permanente con médicos, neumonólogos e infectólogos, por lo que se erigió en una suerte de laboratorio humano para los científicos. “Me siguen haciendo estudios y análisis y el último fue hace diez días, el cual determinó que todavía sigo teniendo anticuerpos en mi organismo, lo que me mantiene inmunizado ante un eventual nuevo contagio, algo que no deja de asombrarme”, hace saber Claudio,

“El 9 de abril del año pasado doné por primera vez una muestra de sangre al Biobanco de Enfermedades Infecciosas (BBEI), que es una unidad funcional del INBIRS dentro de la Facultad de Medicina de la UBA”. Allí investigadores del CONICET trabajan para procesar y almacenar los productos derivados de esa sangre, como suero y células, y todo lo almacenado queda a disposición de cualquier profesional que lo requiera. “Desde mi infección doné sangre cinco veces y mi suero se utilizó para medir la presencia de anticuerpos y cómo estos variaban en el tiempo. Y si bien han disminuido, se puede observar que aún mantengo cantidades detectables”.

Se proclama “apolítico”y sostiene; “Yo no soy quién para opinar si se hicieron las cosas bien o las cosas mal, sólo puedo decir que este bicho puso de rodillas a casi todo el mundo”, concluye 

Fuente: Clarín 

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