Con la llegada del otoño y las primeras señales del frío, las rutas y calles del norte de Neuquén se llenan de una escena típica pero pocas veces visibilizada: los rebaños de chivos y ovejas, acompañados por familias crianceras, descienden desde las veranadas en la cordillera hacia las zonas bajas para pasar el invierno. Se trata de un movimiento tradicional que marca uno de los ciclos más importantes de la vida ganadera en la ruralidad patagónica.

Durante el verano, los animales son llevados a las zonas altas, donde encuentran pasturas frescas y abundantes. Pero con la llegada de las bajas temperaturas, el ciclo se renueva: comienza la invernada en tierras más bajas, donde aguardan el periodo de reproducción, que ocurre durante el invierno.

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Este movimiento fue captado recientemente por una usuaria en la red social X (ex Twitter), quien compartió un video grabado desde un auto en el que se puede ver a un grupo de crianceros cruzando con sus animales por el pueblo de Chos Malal. “Mientras tanto en Chos Malal, norte de Neuquén, se terminó la veranada y los rebaños vuelven a zonas bajas a pasar el invierno. Y sí, hay que cruzar el pueblo, y eso nos deja esta hermosa postal de la Argentina que no se ve”, escribió la usuaria, acompañando sus palabras con imágenes que rápidamente se volvieron virales.

Este tipo de desplazamientos forman parte del calendario ganadero ancestral que rige la vida en la ruralidad. En invierno se produce la reproducción de los animales; en primavera llegan las pariciones, la castración y la señalada; en verano se trasladan a las zonas altas, y con el otoño, regresan al puesto de invernada.