El norte de la provincia de Buenos Aires atraviesa una de sus peores emergencias climáticas de los últimos años. Tras tres días de lluvias intensas, el temporal dejó un trágico saldo de dos personas fallecidas, tres desaparecidas y más de 2.900 evacuados, distribuidos en al menos 21 municipios afectados por inundaciones, desbordes de ríos y calles anegadas.

Uno de los episodios más dramáticos ocurrió en una zona rural de Rojas, donde el lunes fue hallado el cuerpo sin vida de Pablo Fabián Catacata, de 30 años. Junto a él trabajaba Antonella Barrios, de 24, quien permanece desaparecida tras haber caído a un arroyo durante una tarea de arreo de ganado. Catacata habría intentado rescatarla, pero ambos fueron arrastrados por la corriente. Eran oriundos de Jujuy y recientemente se habían instalado en la zona.

En paralelo, continúa la búsqueda de un hombre que se arrojó a un arroyo en Bernal Oeste, y de otra persona desaparecida en el partido de Moreno, cuyo caso aún no fue detallado por las autoridades.

La situación más crítica se vive en barrios como Santa Lucía, en el límite entre Campana y Zárate, donde las familias denuncian haberlo perdido todo. “Sacamos colchones, televisores... la gente perdió todo”, expresó Gabriela, una vecina que decidió quedarse en su casa por miedo a robos. La escasa asistencia estatal fue otro de los reclamos. Según testimonios recogidos por TN, muchos damnificados apenas recibieron velas y lavandina, mientras otros improvisan camas con ropa por falta de colchones.

El agua arrasó con viviendas y comercios familiares. Una vecina relató que su hija adolescente tuvo que ser alojada en casa de una amiga tras perder todo. “Tuvimos que salir en canoa”, contó. En otro caso, un joven barbero perdió sus herramientas de trabajo. “Yo también estoy sin empleo, y en tratamiento por ansiedad. Con esto, peor”, lamentó su madre.

A pesar del despliegue de la Cruz Roja y organizaciones como el Centro de Rehabilitación Honrar la Vida, la ayuda llega de forma fragmentaria. Algunos vecinos optaron por no regresar a los centros de evacuación por temor a robos en sus hogares.

Desde el gobierno provincial se informó que el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad coordina la distribución de colchones, frazadas, kits de limpieza y alimentos. Además, el Ministerio de Seguridad mantiene desplegados más de 200 efectivos, móviles terrestres y acuáticos, helicópteros y personal técnico en las zonas afectadas.

En Salto, el intendente Ricardo Alessandro calificó la crecida del Río Salto como “la más importante en la historia” de la ciudad. El río alcanzó los 10,30 metros, afectando a unas 9.000 personas. De ellas, 500 debieron ser evacuadas y unas 4.000 se autoevacuaron.

El pronóstico aún no asegura estabilidad climática, por lo que la situación sigue siendo monitoreada con extrema preocupación por las autoridades. Mientras tanto, miles de bonaerenses intentan reconstruir sus vidas en medio del barro, la angustia y la incertidumbre.