Intento de abuso, hacha y fuego: los detalles del macabro asesinato
Ocurrió en Guaymallén, cuando una mujer mató a su expareja dentro de una vivienda precaria.
La noticia por el bruta ataque y asesinato en manos de una mujer a su ex pareja en un aparente intento de abuso, dejó a Mendoza perpleja con la noticia. La detenido mató, descuartizó y luego quemó al hombre que, aparentemente, quiso abusar de una de sus cinco hijas.
De acuerdo al avance de la investigación policial por la muerte César Darío Rodas (41) avanzó con indicios firmes sobre el móvil y la participación de tres personas, entre ellas la dueña del domicilio donde ocurrió el crimen, en Dorrego, Guaymallén, informó diario El Sol.
La principal sospechosa, Adriana Valeria Suárez (de 40 años y con detención domiciliaria), sostuvo que decidió atacar a la víctima luego de que una de sus hijas, de 16 años, denunciara un presunto abuso sexual.
Frente a esta acusación y luego de pasadas algunas horas, Rodas fue encontrado descuartizado, quemado y con múltiples golpes. Habrían utilizado una parrilla para quemar los restos, pasadas las 18, debido a que los vecinos reportaron que a esa hora el humo salía con densidad.
Denuncia y fotos
El hallazgo de los restos de la víctima se produjo por la noche en una vivienda ubicada en Adolfo Calle al 1900. Todo comenzó a conocerse tras la denuncia espontánea de un ex cuñado de Suárez en la Comisaría 44, quien recibió imágenes a través de WhatsApp del torso mutilado de un hombre con tatuajes.
Cuando la Policía llegó al lugar, la mujer intentó impedir el ingreso. Ante esa negativa, el Ministerio Público pidió y un juez ordenó un allanamiento urgente. A las 23, los efectivos de la División Homicidios y de la uniformada irrumpieron en el domicilio y confirmaron la escena menos esperada: los restos humanos estaban distribuidos en distintos sectores de la vivienda.
Además de Suárez, en el lugar permanecían dos hombres: Marcelo Rubén Altamirano (35), apodado el Porteño, y Damián Rolando Contreras (46), ambos con antecedentes. Los tres quedaron detenidos como presuntos coautores del crimen, aunque los roles de cada uno eran motivo de análisis.
De acuerdo con la declaración de la adolescente (tanto ella como su madre hablaron por separado, para contrastar sus versiones), fue su madre quien tomó la iniciativa del ataque tras el presunto abuso.
Los pesquisas agregaron que tanto Suárez como el Porteño golpearon a Rodas con extrema violencia, primero con los puños y luego con un hacha. También se comprobó que ambos participaron en el desmembramiento del cuerpo. Los peritos confirmaron la existencia de restos calcinados y herramientas compatibles con el descuartizamiento. Durante la madrugada los restos fueron llevados al Cuerpo Médico Forense.
Por su parte, Contreras -también ex cuñado de Suárez- estaba en la casa cuando comenzó la agresión. Según su propio testimonio ante los sabuesos policiales, consumía drogas junto a los presentes, pero negó haber intervenido activamente en el crimen. Afirmó que “solo le dio una patada” a la víctima, pero luego se retiró del lugar porque no quería participar del hecho. Debido a esto, la fiscalía analizaba su responsabilidad y podría imputarlo por su eventual complicidad, informó el medio mendocino.
Más allá de eso, Lazo podría acusar durante el transcurso de la jornada -o este viernes- al trío por el delito de homicidio simple, que prevé de 8 a 25 años de cárcel. Mientras tanto, ordenaron resguardar a los menores del domicilio y trasladó a la hija denunciante al Hospital Notti junto a los ETI (Equipos Técnicos Interdisciplinarios).
Prontuario
Adriana Valeria Suárez, la mujer de 40 años, aparece como una de las principales sospechosas en el brutal crimen ocurrido en Dorrego. Con domicilio en el mismo lugar del hecho, Suárez posee un historial judicial cargado de violencia. Su primer antecedente penal data del 12 de agosto de 2012, cuando fue imputada por robo agravado en poblado y en banda con uso de arma de fuego. Dos años después fue denunciada por amenazas simples, y en 2019 reincidió con otro robo agravado, esta vez con un arma blanca, nuevamente en poblado y en banda.
En marzo del 2020, la condenaron a seis años y medio de cárcel por una violenta entradera en Carrodilla, en Luján, ocurrida en enero del año anterior.
Perpetua
En las últimas horas y luego de liberar a Damián Contreras, quien también se encontraba en la casa en el momento del asesinato de Rodas pero que quedó en calidad de testigo, la fiscal de Homicidios Andrea Lazo definió que la acusación por el crimen sea por homicidio agravado por ensañamiento.
Frente a este panorama, los detenidos Adriana Valeria Suárez (40) y Marcelo Rubén Altamirano (35) podrían recibir la pena de prisión perpetua en caso de ser hallados culpables en un juicio por jurados.