Mató a su esposa, escondió el cadáver en una obra y luego la acusó de engañarlo
El albañil la mató luego de una discusión y, para zafar de culpas, señaló que ella lo dejó para irse con otra persona
Después de ocho años de dilaciones judiciales, finalmente se hizo justicia por Andrea Sequeira. El Tribunal Oral en lo Criminal N°8 de Lomas de Zamora condenó a prisión perpetua a su esposo, Marcelo Fabián Coria, el albañil que la asesinó y enterró su cuerpo bajo una obra en construcción en la localidad bonaerense de Guernica.
El caso conmocionó a la comunidad en 2017 y se volvió símbolo de cómo la violencia de género puede camuflarse tras la rutina y el silencio. Sequeira tenía 42 años cuando desapareció el 3 de enero de ese año. Aquella noche, vecinos del barrio escucharon gritos en la casa de la pareja, ubicada en la intersección de Victorino de la Plaza y Adolfo Alsina, pero nadie imaginó lo que estaba ocurriendo puertas adentro.
“Él era un hombre violento, se escuchaban golpes constantemente en esa casa”, contó una vecina en TN, bajo reserva de identidad. Las peleas eran tan frecuentes que, por costumbre, dejaron de llamar la atención.
Esa aparente normalidad fue la que permitió que Coria ejecutara su macabro plan: luego de una discusión por supuesta infidelidad, asfixió a su esposa con sus propias manos, envolvió el cuerpo en una sábana y una bolsa de nylon, y lo enterró a metro y medio de profundidad en una obra en construcción cercana.
Horas después del crimen, cuando la familia de la víctima denunció su desaparición en la Comisaría 7ª de Glew, Coria intentó desviar la investigación. “Se fue con otro”, fue su primera respuesta. En su casa, los efectivos hallaron platos rotos y pertenencias faltantes, una escena que parecía respaldar su versión de una huida voluntaria. Coria fue demorado, pero liberado a las pocas horas.
Sin embargo, la investigación tomó un giro inesperado gracias a una amiga de la víctima, quien alertó a la policía sobre un terreno con tierra removida. El dato resultó clave. Al llegar al lugar, los efectivos encontraron una bolsa de cal abierta y, tras un allanamiento ordenado por la fiscal Laura Pérez, los bomberos realizaron una excavación de casi dos metros. Allí encontraron el cuerpo sin vida de Andrea.
La autopsia confirmó que había sido asesinada por asfixia manual. La causa fue recaratulada como "homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género".
A partir de allí comenzó un proceso judicial extenso, marcado por múltiples apelaciones de la defensa y las demoras ocasionadas por la pandemia. Recién esta semana, el tribunal dictó sentencia definitiva: prisión perpetua para Coria.
La noticia trajo algo de alivio para los seres queridos de la víctima, que durante años reclamaron justicia. “Esperamos muchísimo tiempo para llegar a esto. Se demoró mucho, pero se hizo justicia al fin”, expresó una amiga íntima de Andrea.