Mendoza: lo que dejó el Zonda y cómo comienza una nueva semana de mayo
Luego del viento Zonda del fin de semana, se registran novedades en rutas, heridos por accidentes y centros turísticos
Tal como estaba pronosticado, este fin de semana Cuyo vivió un nuevo viento Zonda que dejó a su paso árboles caídos, techos volados y, como siempre accidentes de tránsito.
En Mendoza, además de los problemas que trae aparejado este fenómeno climático, el paso Cristo Redentor fue cerrado con anticipación teniendo en cuenta la alerta amarilla del Servicio Meteorológico Nacional.
Este lunes, apenas pasadas las 7 de la mañana, las autoridades fronterizas de ambas coordinaciones, actualizaron la información y confirmación la continuación del cierre temporal del paso internacionales.
El motivo responde a preservar la seguridad de los viajantes ya que no está asegurada en la transitabilidad, por tal motivo se determinó el cierre. Las autoridad recomiendan informarse por los canales oficiales a la hora de organizar el viaje.
Felicidad blanca
Más allá de los problemas que causa la nevada que impide el paso de los viajantes, tanto desde la vecina provincia al país trasandino y viceversa, muchos empresarios turísticos festejaron.
En este sentido, Las Leñas volvió a llenarse de nieve este sábado y el paisaje se transformó por completo. Desde las 9 de la mañana, una nevada constante empezó a cubrir el centro de esquí ubicado en Malargüe.
En cadena
Tal como sucede cuando llega el Zonda, Mendoza también tuvo un grave accidente por la condición climática. Todo ocurrió el sábado pasadas las 14 horas en Lavalle, cuando varios automóviles colisionaron en cadena sobre la Ruta Provincial 24, a la altura del distrito La Pega.
Seis autos y un colectivo colisionaron por falta de visibilidad. El resultado de este incidente dejó siete personas heridas, incluyendo varios menores de edad.
A prender las estufas
Luego del viento sucio y cálido, el frente frío ya se hace sentir en esta zona de Argentina. El otoño y la cercanía del invierno llegan a Cuyo con sus temperaturas bajas, obligando a los cuyanos a prender estufas y sumar abrigos.