Mendoza congela los precios turísticos para enfrentar la caída de visitantes
La vecina provincia busca una salida para una complicada temporada económica.
El descenso en la llegada de turistas que experimenta Mendoza en los últimos meses ha impulsado al sector a diseñar nuevas estrategias para revertir la tendencia.
Ante un contexto nacional adverso, diversas entidades de la provincia acordaron congelar, e incluso reducir, los precios de excursiones y alojamientos, en un esfuerzo por mantener la competitividad del destino.
La medida se enmarca en una decisión nacional de las agencias de viajes, que resolvieron congelar las tarifas de servicios terrestres y excursiones durante toda la temporada de invierno en los principales destinos turísticos del país, incluyendo Mendoza, Bariloche y Puerto Madryn.
En Mendoza, prestadores de servicios turísticos confirmaron que las tarifas de las excursiones se mantendrán sin aumentos hasta el 30 de septiembre. A esto se suma una baja generalizada en los precios del alojamiento. Desde la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y Turismo del Valle de Uco (CIAT), durante el último fin de semana largo de Pascua ya se observaron importantes reducciones: cabañas para cuatro personas se ofrecieron entre $50.000 y $80.000 por noche, mientras que los hoteles arrancaron en los $90.000. Incluso las propuestas de enoturismo, generalmente de mayor valor, también registraron ajustes a la baja.
Estas reducciones de precios fueron el motivo para que Mendoza se consolidara como uno de los destinos elegidos durante el feriado. Sin embargo, desde la CIAT advirtieron que el tema sigue siendo objeto de debate interno en el sector, que deberá analizar a fondo sus estrategias para sostener la competitividad.
Uno de los grandes desafíos actuales radica en que Mendoza ha sido percibida en distintos momentos como un destino costoso, una imagen que ahora el sector privado y público buscan revertir.
Las causas de la caída turística
Tras años de fuerte recuperación impulsados por la salida de la pandemia, el panorama cambió. Factores como la baja del dólar y la pérdida de atractivo de los precios argentinos para los extranjeros impactaron en el flujo de visitantes. Además, para muchos argentinos, destinos internacionales como Chile, Brasil y Uruguay resultan ahora más accesibles, ya sea por turismo o compras.
La eliminación de políticas de estímulo como el programa PreViaje también repercutió en la actividad. A esto se suma el impacto de la inflación y la pérdida del poder adquisitivo, que obliga a los viajeros a gastar de manera mucho más cuidadosa.
Pese a todo, Mendoza sigue bien posicionada a nivel nacional. Según el Informe de Coyuntura de Semana Santa del Observatorio Turístico del Emetur, la provincia registró una ocupación promedio del 80%, recibiendo cerca de 75.250 visitantes que dejaron un ingreso estimado de más de $19.500 millones. El gasto promedio por persona fue de $75.000 diarios, con una estadía media de 3,5 días.
Plataformas de viajes como Despegar ubicaron a Mendoza entre los tres destinos más elegidos del país, junto a Iguazú y Bariloche.
Sin embargo, la Cámara de Turismo local reconoció que hubo una baja respecto de años anteriores y una reducción en la estadía promedio. También se percibió una mayor cautela en el gasto, especialmente en el sector gastronómico.
Un reacomodamiento de precios
Frente al nuevo escenario, empresarios y referentes del sector coinciden en que el turismo mendocino atraviesa un proceso de reacomodamiento. La combinación de menor demanda, costos internos en alza y precios internacionales más competitivos obliga a ajustar la oferta para alcanzar un nuevo equilibrio.
De esta manera, Mendoza busca sostener su atractivo frente a la competencia regional, adaptándose a las nuevas condiciones del mercado turístico.