"Lo mataron": Miguel Ángel Pierri se refirió a la muerte de Antonio Gasalla

En las últimas horas, el abogado Miguel Ángel Pierri sorprendió a la audiencia al romper el silencio tras la muerte de Antonio Gasalla y lanzó duras declaraciones sobre el final del reconocido humorista, fallecido este martes 18 de marzo a los 84 años. 

En diálogo con Mediodía Bien Arriba (TV Pública), el ciclo conducido por Carlos Monti, Pierri, quien fuera abogado y amigo cercano de Gasalla durante más de dos décadas, aseguró que la verdadera muerte del actor comenzó el día en que fue sacado de su casa. "Antonio murió el día que lo sacaron de su casa, que era su vida. Compartí 23 años con él y hubo días enteros que pasé a su lado. El día que decidieron sacarlo de su casa, lo mataron", sentenció el mediático.

Pierri sostuvo que Gasalla aún estaba en condiciones de seguir viviendo en su hogar y cuestionó la decisión de internarlo en un geriátrico, considerando que con los recursos económicos del artista podrían haberle conseguido un cuidador personal. "Antonio podía seguir viviendo en su casa. Por el mismo dinero que se invirtió en meterlo en un geriátrico y matarlo, le hubieran puesto una persona que lo cuidara", afirmó. Además, el abogado lamentó la pérdida de Ricardo, el histórico asistente del humorista, a quien definió como una figura clave en su vida. "La mucama cumplió su ciclo, pero nadie se preocupó en ayudarlo a buscar una nueva persona. Antonio no era fácil, pero alguien lo tendría que haber ayudado", concluyó. 

Gasalla falleció tras sufrir una falla multiorgánica derivada de complicaciones cardíacas y renales en el Sanatorio Otamendi, donde se encontraba internado. El actor padecía demencia senil, una enfermedad neurodegenerativa que agravó su estado en los últimos años y lo llevó a ser trasladado a una clínica de rehabilitación. 

Días antes de su muerte, su hermano Carlos y su amigo Marcelo Polino habían detallado el delicado cuadro de salud: Gasalla ya no reconocía a su entorno, no hablaba y se alimentaba por botón gástrico. Su partida marca el final de una etapa inolvidable en el humor argentino.