Lo que comenzó como un escándalo mediático lleno de infidelidades, rumores y entretenimiento de alto voltaje, dio en las últimas horas un giro preocupante. Eugenia "la China" Suárez aseguró sentirse amenazada de muerte y dejó entrever, tanto en redes sociales como ante la justicia, que la responsable detrás de esta escalada de violencia sería nada menos que Wanda Nara.

Según trascendió, la actriz habría instruido a su abogado, Agustín Rodríguez, para dejar constancia formal de su situación ante la justicia argentina. El objetivo sería registrar su temor y señalar posibles responsables, luego de recibir mensajes cargados de odio que, en su interpretación, podrían representar un riesgo real para su integridad física. En este contexto, la figura de Nara aparece como una supuesta "instigadora" o al menos, como alguien a quien Suárez vincula con la difusión de contenidos agresivos en su contra.

"Si me pasa algo, ya saben quién fue": la China Suárez teme por su vida

La China Suárez también decidió visibilizar públicamente la situación. A través de sus historias de Instagram, compartió capturas de tuits con mensajes explícitamente violentos hacia ella. Entre ellos, se leían expresiones como: “¿Y si entre todos hacemos vaquita para pagarle a un sicario y que se encargue de la China? No banco más su existencia”; “A la China Suárez hay que patearle la boca hasta que se le bata hasta el último rastro de belleza”; y “Ojalá se muriera así se termina y se deja de reproducir”.

Frente a ese escenario, la actriz publicó una segunda historia con una sola frase, lapidaria: “Si me pasa algo, ya saben quién fue”. Sin nombrarla directamente, la frase apunta claramente a Wanda Nara, a quien considera responsable -de forma directa o indirecta- del clima hostil que se generó alrededor de su figura.

"Si me pasa algo, ya saben quién fue": la China Suárez teme por su vida

Cabe recordar que el llamado "Wandagate" comenzó en 2021 con una historia de Instagram publicada por Nara que rezaba: “Otra familia que te cargaste por zorra”, en alusión a la supuesta relación extramatrimonial entre Suárez y Mauro Icardi. 

Desde entonces, el conflicto ha evolucionado con capítulos cada vez más polémicos. Pero esta vez, el entretenimiento dejó lugar a la alarma. La escalada discursiva en redes sociales encendió alertas sobre los límites del escrutinio público y el rol de los protagonistas en alimentar o frenar estos discursos.

Lo que parecía ser un drama mediático, ahora podría tener implicancias judiciales.