PANTALLA GRANDE

"La paz" llega a los cines

El film, dirigido por el cordobés Santiago Loza, cuenta la historia de un joven de clase alta que atraviesa por una crisis y empieza a fantasear con vivir en Bolivia. MIRÁ LA ENTREVISTA CON EL CINEASTA.
miércoles, 19 de febrero de 2014 · 18:49
(TÉLAM) El reconocido cineasta y dramaturgo cordobés Santiago Loza estrena "La Paz", su séptimo largometraje, en el que describe -con una mirada tierna y luminosa- el drama existencial de un joven

de clase alta que "sufre porque necesita ser aceptado por el mundo" y encuentra en una mucama boliviana a su único refugio afectivo.

El filme muestra la relación entre Liso, un joven al que le sobra todo lo material pero no tiene nada desde lo afectivo, que se siente perdido tratando de encontrar un camino para redimirse, y Sonia, una mujer boliviana silenciosa, modesta y luminosa que lo tranquiliza, lo escucha y lo salva de su desesperación.

Loza, que actualmente está grabando la miniserie "12 casas" en los estudios de la TV Pública, mientras prepara la reposición de sus obras de teatro "La mujer puerca" y "Todo verde", llegará ahora a las salas porteñas con su nuevo filme, luego de mostrarlo en la sección Forum del Festival de Berlín y de ganar el premio a la

Mejor Película Argentina del Bafici 2013.

"Es una película que parte de visitar ciertas zonas personales que tienen que ver con `Extraño`, mi primer largometraje. Sería como su versión pop, con ciertas heridas que se han curado. Si aquella película era hermética y árida, con cierta ternura secreta, esa ternura debía estar expuesta en `La Paz`", afirmó Loza, quien ganó un premio en 2011 en Cannes con "Los labios", codirigida con Iván Fund.

En una entrevista con Télam, el director de "Cuatro mujeres descalzas" y "La invención de la carne" afirmó que "la película debía ser abiertamente luminosa porque trata sobre el dolor de alguien que se queda afuera de las cosas. Es alguien que no responde a nada, está quebrado, infantilizado, trata de entrar al mundo pero no sabe cómo hacerlo".

Protagonizada por Lisandro Rodríguez, Andrea Strenitz y Fidelia Batallanos Michel, "La Paz" sigue los pasos de Liso, hijo único, consentido y agobiado por su familia, al que le dan de alta de un centro de recuperación psiquiátrica y se enfrenta al mundo sin saber cómo abordarlo, intentando hallar un socorro afectivo y un poco de paz en medio de una sociedad materialista que le exige

renuncias a cambio.

"Todas sus relaciones se miden en el orden de la transacción, es el afecto a cambio de algo, es la lógica del capitalismo del afecto, y justamente es eso lo que no ocurre en su relación con

Sonia, la empleada doméstica boliviana de su familia. Por el contrario, él encuentra paz con ella justamente porque no le exige nada a cambio de su atención", explicó Loza.

Y añadió: "La película tiene una mirada romántica sobre la figura de Sonia, una mujer boliviana que también sufre por estar lejos de su familia. Ella es como el colmo de la bondad y es quien lo salva. Porque lo escucha sin exigirle nada y tiene un gran poder de comprensión, incluso en su silencio".

El cineasta, para quien "lo importante a la hora de filmar es tratar de ser honesto con lo que uno hace", dijo que comenzó este proyecto con la idea de trabajar con actores con los que lo une una

relación de amistad en el teatro (un espacio donde se destaca como dramaturgo) "y de los cuales podía tomar rasgos de su cotidiano, fusionando parte biográfica de ellos con la mía".

"Los dolores existenciales de Liso surgen de ciertas heridas personales mías que busco curar. Hay algo de la escritura y del cine que parte de entender el mundo y también de entenderme a mí

mismo. Tiene que ver con algunas zonas íntimas mías que aún exigen respuestas y abren caminos de interrogación", explicó Loza, para quien "el cine y la escritura son una instancia sanadora".

La idea de Loza era "hablar de alguien que sufre, pero en un lugar de privilegio, porque tiene sus necesidades básicas más que satisfechas. El busca su plenitud en la carencia y yo no sé si eso

funciona o no. Pero lo cierto -sostuvo- es que la película advierte además sobre cierta mirada idílica que alguna clase alta tiene sobre la pobreza".

"Las heridas sociales y las diferencias existen, pero eso no

quita que los personajes estén dolidos. El dolor nos pertenece a

todos. 

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