Volantazo: Guido Suller, lejos de la farándula

Asegura que está tratando de salvarse. Al borde de la depresión, quiso empezar de cero. Pasa medio mes en Ushuaia y el resto del tiempo en su casa de campo en Buenos Aires. Retomó sus vocación como arquitecto y hasta pensó en dejar la televisión.
sábado, 2 de noviembre de 2019 · 20:47

Fue protagonista de escándolos mediáticos de todas formas y colores generadores de altos raitings y momentos bizarros en la tele, desde hace más de dos décadas. Sin embargo, Guido Süller tocó fondo con la muerte de su madre, Nélida, quien falleció el 31 de julio, a los 90 años. Semejante golpe lo sumió en depresión y lo obligó a hacer un cambio de vida.

Desde hace un tiempo ya que el mediático tiene un perfil bajo. Reparte su tiempo viviendo medio mes en Ushuaia, donde fue a reencontrarse consigo mismo. El resto del tiempo lo pasa encerrado, alejado totalmente pantallas y del vértigo que estas generan, en una casa de campo, a 80 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires.

"Animicamente no estoy en condiciones de reaparecer en la tele", sostiene con la voz calma.

‘Estoy transitado este dolor. Yo no tengo hijos. Mi familia eran mis padres. Pasaron 3 meses desde la muerte de mi mamá. Y no estoy bien. Me he planteado desaparecer, no volver más. Ahora tengo residencia en Ushuaia. Allá me han ofrecido una participación en política, en el área de cultura, del partido Forja, pero no acepté porque tampoco me voy a involucrar en algo que no tengo experiencia. Me gusta hacer las cosas bien. Por eso estuve 25 años en Aerolíneas Argentinas -NDR: es comisario de a bordo- y fueron intachables. Además, no es momento de tomar decisiones, cuando uno está en un estado de estrés muy grande no hay que tomar decisiones’’, se confiesa.

Según ha manifiestado, le afecta que sus padres hayan fallecido casi juntos y no tenga a quién abrazar. 

‘Yo sabía que mi papá iba a fallecer, que tenía cáncer de pulmón, pero mi mamá se fue en 10 días estando sana. Tenía artritis, cositas de vieja y nada más’’, dice quien ha retomado en Buenos Aires sus trabajos como arquitecto y no tiene contacto con ninguno de sus hermanos ofendido por el trato que le dieron a su madre.

‘Con ningún hermano me estoy hablando. No se portaron bien con mi mamá. Son interesados, están desesperados por vender la casa. Todo lo que les importa es la parte económica’’, asegura.

Fuente: Clarin

Comentarios

Otras Noticias