Espectaculo

Se cumplen 20 años de "Bocanada", el primer disco de Gustavo Cerati post Soda Stereo

La placa salió al mercado el 28 de junio de 1999 con un estilo bien definido, donde lo electrónico, un gran sonido instrumental y el alto nivel compositivo prevalecieron en las 15 canciones que quedarían en el corazón de todos los fans. El recuerdo de la fotógrafa Gaby Herbstein
viernes, 28 de junio de 2019 · 13:43

"Puente", "Verbo carne", "Paseo inmoral", "Bocanada". Flavio Etcheto, Leo García, Martín Carrizo, Gaby Herbstein. Todos nombres que remiten al primer álbum de Gustavo Cerati post Soda Stereo. No es su primer disco solista -ya había editado Amor Amarillo en 1993- pero sí es el primero en el marco de una carrera en solitario a punto de establecerse definitivamente.

Nos ponemos en contexto. Ya habían pasado casi dos años del famoso y recordado "gracias totales" (20 de septiembre de 1997) y de la separación de la banda más importante del continente. Gustavo se había llamado a silencio y, por esa razón, su segundo disco solista era más que esperado.

"En el verano de 1999 se sintió con la energía para empezar a trabajar en el álbum que iba a inaugurar su etapa solista (…). Empezó a pasar horas y horas en ese sótano, hasta que Cecilia (Amenábar) bajaba para avisarle que estaba la cena o Benito aparecía de sorpresa. A la noche comía con ellos y, cuando se acostaban, bajaba otra vez a seguir componiendo", contó Juan Morris en su libro Cerati: La biografía definitiva.

 

Ese llamado a silencio era, por supuesto, un silencio público dado que en la intimidad de su hogar -como vemos- el cantante no paraba de planificar, organizar y armar los primeros bocetos de su nuevo trabajo.

Editado el lunes 28 de junio de 1999, Bocanada fue grabado en Casa Submarina y en los famosos estudios Abbey Road de Londres; y contó con la participación de Leo García, en coros y voz; Fernando Nalé, en bajo; Flavio Etcheto, en teclados; y Martín Carrizo, en batería. También acompañaron Tweety González, en teclados en "Beautiful"; y Alejandro Terán, con sus arreglos en "Verbo carne". El propio Terán iba a dirigir en 2001 el recordado 11 Episodios Sinfónicos.

Pero vayamos a lo que decía Cerati: "Se separa bastante de lo que hice hasta el momento. Tiene un aire de bolero crooner de los años '50 con música sinfónica de los '70 más una batería medio brutal y un DJ. Es el foco puesto en el humo entre dos personas que no tienen nada para decirse. Una still-picture. No sé si es el disco en el que mejor canté pero sí en donde más interpreté. Los tres primeros temas forman un disco dentro del disco".

Estaba claro que el ex Soda Stereo buscaba romper con todo lo que había hecho hasta ese momento. Era un barajar y dar de nuevo, con los riesgos que eso implicaba.

El álbum fue presentado oficialmente con seis funciones en el teatro Gran Rex ante unos llenos totales. "Fue muy tranquilo y saludable tomarme todo ese tiempo porque se trataba de salir por primera vez solo", comentaba sobre los casi dos años en los que se recluyó.

Y agregaba: "Las otras incursiones eran paralelas a Soda Stereo, tanto Amor Amarillo como Colores Santos (el álbum a dúo con Daniel Melero) e incluso Fricción. Lo que hice con Plan V y Ocio corre por otro camino, donde las canciones no son tan importantes como el trayecto. Así que esto también era un gran desafío interno, que pensé que me iba a poner mucho más nervioso, tenso y presionado. Pero no ocurrió nada de eso. Me dediqué a gozar e ir recuperando mis espacios de libertad porque hice lo que se me daba la gana".

En una de esas noches en el Gran Rex sucedió un hecho que vale la pena resaltar para tener en claro qué pensaba Cerati por esos días. Luego de cantar "Zona de promesas", el público empezó a corear "Soda, Soda…", mientras empezaban a sonar los acordes de "Aquí y ahora". En ese momento, Gustavo -en forma de respuesta a ese clamor popular- dijo sutilmente: "Esto es aquí y ahora". No había dudas de que quería dejar en claro que Soda Stereo era parte del pasado.

En cuanto al disco, en otra entrevista, analizó: "Es como una película, con muchas introducciones y momentos muy diferentes: hay partes más rockeras, otras más electrónicas y tramos más acústicos. Pero hay algo que los une, con un toque de euforia y melancolía. Tiene una atmósfera misteriosa, con momentos de profunda bocanada de aire". (Palabras extraídas del libro 50 años de rock en Argentina, de Marcelo Fernández Bitar).

 

 

Fuente: Infobae



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