El fan de Wanda reveló cómo ganar dinero en los velorios
Mariano de la Canal sorprendió con un posteo que detalla un procedimiento inesperado.
Mariano de la Canal, más conocido como “el fan de Wanda”, volvió a captar la atención del público con una confesión tan insólita como viral. En una reciente entrevista, el mediático reveló que en algún momento supo ganarse la vida como llorador profesional en velorios y funerales, ofreciendo sus dotes actorales al servicio del drama familiar... a cambio de dinero.
“Me contrataban para llorar al lado del cajón”, contó sin filtros, fiel a su estilo teatral. Pero la anécdota no terminó ahí. De la Canal detalló que tenía tres paquetes de servicio: uno básico con una “lloradita” de media hora, otro intermedio con llanto más efusivo, y uno premium donde incluso llegaba a expulsar a familiares indeseados de la ceremonia. “Depende del presupuesto y del dramatismo que quisieran generar”, explicó entre risas.
La declaración, digna de una telenovela mexicana, rápidamente se viralizó en X (ex Twitter), generando una oleada de comentarios que iban desde la incredulidad y las carcajadas hasta la admiración por su creatividad. Incluso algunos usuarios lo tildaron de “genio del marketing”, mientras que la periodista Marina Calabró no dudó en calificar su emprendimiento como “un curro”.
Mariano, que se hizo conocido en 2011 por su inolvidable grito de “¡te amo, Wanda!” en ShowMatch, ha sabido reinventarse a lo largo de los años: pasó por la actuación, fue panelista, influencer, y ahora suma un nuevo y llamativo rol: “emprendedor de emociones”.
Más allá del humor que genera la historia, sus dichos también invitan a reflexionar sobre los cambios en los rituales de despedida. En algunas culturas del mundo, como en ciertos países de Asia o África, los lloradores contratados son parte de una tradición ancestral. Sin embargo, en Argentina el concepto resulta completamente ajeno, lo que explica la sorpresa y fascinación que provocó la anécdota de De la Canal.
En tiempos donde todo puede convertirse en contenido, Mariano demuestra que en el universo de la farándula local siempre hay espacio para lo inesperado. Con cada aparición, confirma que es uno de los personajes más camaleónicos -y extravagantes- del espectáculo argentino.