Luego de semanas de especulaciones y versiones cruzadas sobre una supuesta ruptura, Laurita Fernández rompió el silencio y habló por primera vez sobre la crisis que atravesó con Claudio “Peluca” Brusca, productor ejecutivo de Bienvenidos a ganar (El Nueve) y su pareja desde hace más de un año.

A principios de mayo, Ángel de Brito y Pepe Ochoa habían asegurado en LAM (América TV) que la pareja se había separado. “Está confirmado, se terminó el amor”, anunciaron al aire. Incluso, Ochoa detalló que él “estaba muy triste” mientras que “ella estaba insoportable” y que Fernández había manifestado su deseo de estar sola. Además, la tensión se agravaba por el hecho de que ambos siguen trabajando juntos diariamente.

Sin embargo, poco después de esa noticia, Brusca fue visto en el cumpleaños de la madre de Laurita, incluso llevando la torta para soplar las velitas, lo que encendió las sospechas de una posible reconciliación.

En diálogo con Puro Show (El Trece), la bailarina y conductora decidió contar su versión: “Cuando me vinieron a buscar, nosotros nos habíamos tomado un tiempo y hacía mucho que no hablábamos. ¿Qué iba a decir si no habíamos conversado nada? Pero al final, tuve que salir a aclarar porque empezaron a inventar cosas que no tenían nada que ver”, expresó.

LAURITA FERNÁNDEZ Y PELUCA, ¿RECONCILIADOS? "Siempre fue una relación divina y con mucho amor"

Sobre el momento de crisis, Laurita fue clara: Me hubiese gustado atravesarlo sin tanto revuelo... Nosotros estamos buscando la mejor manera de hacernos bien. Ya la vamos a encontrar. Siempre fue una relación divina en la que hay muchísimo amor”.

Consultada sobre la asistencia de Brusca al cumpleaños de su madre en medio del distanciamiento, no dudó en defenderlo: “Sí, trajo la torta. Él es lo más. Mi vieja ya lo había invitado y yo también. Él es parte de la familia”.

Laurita Fernández confirmó que sigue en pareja con Claudio Brusca

Lejos de las versiones que hablaban de un final definitivo, Laurita Fernández dejó en claro que, aunque la pareja pasó por una etapa difícil, el vínculo no está roto y ambos siguen apostando a construir desde el amor y el respeto.