Mauro Icardi obtuvo la custodia temporal de sus hijas tras un día cargado de tensión judicial y mediática

Después de una jornada marcada por el escándalo, la justicia falló a favor de Mauro Icardi y el futbolista logró retirarse del domicilio que compartía con Wanda Nara, acompañado por sus hijas, Francesca e Isabella. La decisión judicial, que había sido anticipada como una posibilidad, se concretó en horas de la noche del viernes, luego de extensas negociaciones entre las partes.

El episodio estuvo rodeado de un fuerte operativo mediático y judicial, con escenas de alto voltaje: llanto, insultos, la intervención de la policía, e incluso del SAME. La tensión escaló al punto de que Wanda Nara, presionada por sus abogados, enfrentaba el riesgo de ser detenida si no entregaba a las niñas. Finalmente, fue vista saliendo en su camioneta, con las menores a bordo, en lo que pareció ser el momento previo al encuentro con Icardi.

El traslado del futbolista no estuvo exento de incidentes: al abandonar el complejo Chateau, atropelló accidentalmente al camarógrafo de LAM, lo que sumó un nuevo episodio al ya complejo escenario. Casi al mismo tiempo, también se retiró la abogada de Icardi, Lara Piro, quien visiblemente emocionada y sin ocultar su enojo, confirmó ante la prensa que jamás abandonó la defensa del jugador. "No tengo nada bueno para decir", dijo, entre lágrimas.

Para Piro, lo único relevante era que Icardi pudiera reencontrarse con sus hijas, dejando en segundo plano los rumores sobre su vida personal o su vínculo con Eugenia “la China” Suárez. “Hoy está en su casa, feliz y con sus hijas”, subrayó.

Mientras tanto, el futuro inmediato sigue cargado de interrogantes: qué pasará con la custodia de las niñas, si Icardi iniciará los trámites para mudarse a Turquía con ellas y cómo continuará el vínculo entre los padres. Las próximas semanas serán clave para alcanzar algún tipo de acuerdo que, más allá de los escándalos, priorice el bienestar de las menores.