JUDICIAL

La banda de los comercios clausurados traía la ropa de talleres clandestinos

Los productos llegaban desde Bolivia a diferentes puntos de distibución en Cuyo y Córdoba. El Sindicato de Empleados de Comercio ya había inspeccionado y detectado trabajo en negro.
viernes, 16 de noviembre de 2018 · 07:25

El mega operativo que encaró la AFIP en 26 negocios distribuidos en Cuyo y Córdoba terminó con cinco personas detenidas, $13 millones de pesos de mercadería incautada, dólares y dinero en efectivo no declarado y 20 locales clausurados, entre ellos cinco ubicados en distintos puntos céntricos de San Juan. Los locales de la cadena comercial se llaman Sasha. El más grande funciona en Libertador y General Acha. Aún se puede ver la faja de clausura de la AFIP. Cerca del mediodía del martes 13 el operativo de la AFIP arrancó. Los inspectores contaron con la colaboración de la Policía Federal. Apenas ingresó el personal a los comercios bajó las persianas y comenzaron a verificar la procedencia de la ropa, si facturaban y cómo tenían a los empleados trabajando. Todo funcionaba mal.

La ropa que se secuestró proviene de Bolivia, se supo que era fabricada en talleres clandestinos en donde trabajan personas en condiciones infrahumanas. No cobraban sueldo fijo, vivían hacinados y estaban al margen de la ley. Incluso se descubrió a menores de edad trabajando a cambio de alojamiento. Sin pasar por la Aduana, la banda traía la mercadería a Argentina y la distribuía en los locales que tiene en San Luis, La Rioja, San Juan, Mendoza y Córdoba. En todas las provincias vendían al por mayor y por menor. Los precios de la mercadería sorprendían por lo bajos, no se entregaban facturas a los clientes e instaban a pagar de contado (justamente porque cuando se usa la tarjeta de débito o crédito la compra queda registrada y sí o sí debe ser blanqueada). En San Juan la banda tenía cinco negocios, el más imponente ubicado en Libertador y General Acha.

Los otros funcionan sobre General Acha a metros de Libertador, en Laprida antes de avenida Rioja, en peatonal Rivadavia y en Rawson. El sindicato de Empleados de Comercio realizó varias inspecciones en estos locales. Encontraron lo mismo que la AFIP: trabajadores en negro, obviamente sin aportes a la seguridad social, que cobraban $60 la hora y que muchas veces, se debían quedar horas extras no pagas ordenando los negocios o haciendo “vidriera”. En su gran mayoría son chicas las que trabajan en Sasha, todas jóvenes, con poca experiencia. Una de esas jóvenes contó lo que sufrió mientras se desempeñó en la firma. “No te dejan ir a trabajar con cartera porque piensan que vas a robar, tampoco te permiten tener el teléfono celular y lo peor de todo es que cuando sospechan que una trabajadora se puede llevar algo, a todo el personal le hacen bajar los pantalones y subir la remera para constatar que no te llevaste algo”, dijo.

Desde el Sindicato de Empleados de Comercio aseguraron que esta práctica ha sido denunciada en varias oportunidades y que si bien no está extendida, cada vez es más frecuente. Los inspectores del gremio tienen autoridad para verificar las condiciones de trabajo de los empleados pero no pueden inspeccionar los locales porque no tienen poder de policía, como sí lo tienen los inspectores de la Subsecretaría de Trabajo. La AFIP descubrió que detrás de estos comercios hay una organización delictiva que perjudicaba al fisco a través de la constitución de sociedades conformadas por personas insolventes y prestanombres. En San Juan la causa está en manos del juez federal, Leopoldo Rago Gallo y de la secretaria, María Florencia Gutiérrez.

(Fuente: Tiempo de San Juan).

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