JUDICIAL

Por encubrimiento y estafa, procesaron a la Reina de Capital

Daiana Padilla, quien era su pareja Emanuel Ángel Casiba y un amigo de ambos Octavio Carlos Marinero quedaron complicados en los mismos delitos. Todos seguirán libres.
viernes, 28 de diciembre de 2018 · 07:30

La actual Reina de Capital, Daiana Lorena Padilla (22), quien fuera su pareja, Emanuel Ángel Casiba (25) y un amigo de ambos, Octavio Carlos Marinero (25), fueron procesados sin prisión preventiva (siguen libres) por el juez Guillermo Adárvez, quien consideró probado que cometieron los delitos de encubrimiento agravado, al menos por recibir dos tarjetas de crédito robadas (Data-Mastercard y Cencosud) y aprovechar esa situación para perpetrar 8 estafas, al comprar con esos plásticos prendas de vestir, por 25.723 pesos, dijeron fuentes judiciales. En su fallo, el magistrado dictó falta de mérito para los tres imputados por el robo cometido en la casa de la familia Romeu, en la calle Estados Unidos, Capital.

Los damnificados se habían ausentado entre el 9 y el 18 de abril de 2017 y unos parientes le dieron una mirada a su vivienda hasta el 13 de aquel mes. Cuando los Romeu volvieron, se toparon con la reja de la ventana de la cocina arrancada y, adentro, todo revuelto. Entonces supieron que les habían robado dos grandes televisores, una cadena, una pulsera, dos pares de aros (todo de oro) dos valijas, una agenda digital, una paleta de pádel y una cámara de fotos con todos los accesorios, unos 120.000 pesos chilenos, ropas varias y calzado, mochilas y tres tarjetas de crédito, incluida una tarjeta CMR de Falabella con la que no hicieron luego ninguna operación, indicaron. El damnificado supo de las compras con las tarjetas de su esposa entre el 17 y el 18 de abril, cuando se acercó a verificar a las firmas emisoras.

Entonces las cosas comenzaron a complicarse para Padilla, Casiba y Marinero porque al menos en dos de los comercios, fueron reconocidos por quienes les vendieron la ropa. Porque en algunos de esos locales quedaron grabados en cámaras de seguridad. Y porque la Policía recuperó parte de las prendas que habían comprado. En su defensa, Padilla y Casiba emplearon el mismo argumento: que Marinero los engañó al decirles que realizaran compras con esas tarjetas porque eran de su madre y así él saldaba una deuda de $3.000 que mantenía con ellos, desde cuando eran comerciantes. Marinero negó esa situación y dijo que se "quisieron lavar las manos" con él. El fallo del juez aún puede ser apelado.

(Fuente: Diario de Cuyo).

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