Buscan acreditar que Guadalupe Andrada mató a su marido en legítima defensa

Este martes, hubo una nueva audiencia del juicio contra Guadalupe Andrada, la mujer que apuñaló y mato a su marido en julio del 2017. Su defensa, Filomena Noriega, contó que declararon vecinos de la mujer que Vivian al lado de la casa que alquilaba el matrimonio en Chimbas.  “Ellos declararon que el hijo de Guadalupe fue a pedir ayuda para su madre y cuando el vecino llegó, vio el cadáver de Pablo Ojeda. Ante el hecho, el hombre fue a la Comisaria 17 en busca de ayuda. La vio muy consternada a Guadalupe ante esta situación”, contó.

Luego declaró  la madre de Guadalupe Andrada, quien señaló que “varias veces la había visto a Guadalupe goleada, con hematomas, llorando y que no le contaba nada. Ojeda era bastante celoso y controlador. Tenía problemas de adicciones y lo vio consumiendo”, según contó la abogada.

Este jueves será el turno de las últimas declaraciones testimoniales y posiblemente se lleven a cabo los alegatos.

Noriega, comentó que el argumento de Andrada será acreditar que fue un homicidio en legítima defensa. Además agregó que no existen denuncias previas de la acusada contra su marido porque tenía miedo. Sin embargo, sostuvo que varios testigos, dijeron que la habían visto golpeada.

Guadalupe Andrada pidió la palabra en el juicio y habló. Según su abogada, se remitió a lo que declaró en la parte de instrucción.

Para Filomena Noriega, los testigos claves, son la mamá de Ojeda y amigos de la pareja, quienes posiblemente ratificarían la violencia de género contra Andrada. “Las testimoniales se han incorporado por lectura, la del padre de los niños y van a quedar testimoniales de amigos de la pareja. Y se quiere acreditar que Guadalupe ha sido víctima de violencia de género”, señaló la abogada.

En el juicio, la mujer recordó que aquella noche del 10 de junio del 2017, su pareja Pablo Ojeda había llegado a la vivienda borracho, donde ella estaba con sus hijos. Contó que empezaron a discutir y él quiso pegarle ya sabiendo que estaba embarazada, por lo que ella agarró a los nenes y salió corriendo de la casa, escondiéndose en una obra en construcción que había cerca.

Después, los dos volvieron a la casa y comenzaron a discutir. Él empezó a pegarle y ella para defenderse agarró un cuchillo de la cocina y se lo clavó. Inmediatamente llamó a la policía y a la ambulancia. Al llegar, los médicos constataron el fallecimiento del chico de 22 años en el domicilio.