Parejita bailantera cayó por robar celulares en un boliche

Por la madrugada de este lunes, dos jóvenes terminaron detenidos luego de robar celulares un local bailable de Capital. Ocurrió aproximadamente las 04:30 en el boliche Ladran Sancho, donde un sujeto, identificado como Kevin Alexis Poblete, le robó el teléfono a una chica que se encontraba bailando en el lugar.

Según denunció la joven damnificada, sintió un tirón en su mochila y observó como Poblete, que vestía remera color ladrillo y pantalón de jean celeste, le sustrajo sus pertenencias y se dio a la fuga.

Inmediatamente, la chica, dio aviso al personal de seguridad del boliche y le señaló al autor del hecho. Los guardias, entrevistaron a Poblete y descubrieron que en los pies del mismo, se encontraba un cobertor de teléfono. Ante esta situación, el personal de seguridad, aprehendió al muchacho y lo entregaron a la policía, informaron desde el Ministerio Público Fiscal.

Cuando los efectivos se disponían a trasladar al sujeto a la comisaría, una mujer, identificada como Ludmila Caparros, dijo ser la esposa de Poblete y comenzó a agredir a la damnificada por lo que también quedó detenida en sede de Comisaria 4°.

Ya en la dependencia policial, efectivos femeninos, realizaron una requisa a la mujer detenida y descubrieron que escondía entre sus prendas (corpiño) un teléfono celular.

Según detallaron las autoridades, la mujer se negó en un primer momento a mostrar lo que escondía pero luego entregó un teléfono celular marca Motorola Moto E5 color negro, el cual, fue denunciado por otra persona como robado, dentro del mismo local bailable y con el mismo modus operandi.

De este modo, Poblete Kevin Alexis y Caparros Ludimila quedaron detenidos, y por la mañana de este lunes, fueron sentenciados por dos hechos de hurto simple en Flagrancia. Allí, en juicio abreviado, Poblete fue condenado a 11 meses de prisión efectiva, pero por unificación con una causa anterior, irá 19 meses al Penal.

Por su parte, Caparroz, fue condenada a 1 año de prisión en suspenso y deberá realizar tareas comunitarias. Además, como reparación simbólica, la sentenciaron a pagar 2 paquetes de pañales.