Investigan presunta mala praxis que terminó con un bebé muerto en el Rawson

De acuerdo a la denuncia de los padres, el personal médico había forzado el nacimiento de la criatura que luego perdió su vida 23 días después.
viernes, 8 de octubre de 2021 · 09:06

El caso de las dos médicas del Hospital Rawson investigadas por la muerte de la nena Catalina Valdez Sosa tras sufrir un accidente en septiembre, no es el único hecho de presunta mala praxis que se encuentra en investigación. Es que la Unidad Fiscal de Investigaciones de Delitos Especiales tiene en la mira a otros profesionales de la salud del mismo centro de salud por las posibles maniobras violentas realizadas contra una joven embarazada durante el trabajo de parto y que aparentemente provocaron lesiones al recién nacido que murió días después.

Hasta el momento, las fuentes judiciales revelaron que por el caso aún no hay imputados concretos, pero las primeras actuaciones van muy avanzadas en la UFI de Delitos Especiales y no descartan que los próximos días formalicen la imputación por el posible delito de homicidio culposo a raíz de la muerte del pequeño Lorenzo Samuel Narváez.

De acuerdo a lo señalado, lo que estarían investigando es el presunto accionar negligente de los médicos y del personal que ayudó en el nacimiento de ese niño, el domingo 13 de junio último. La denuncia por mala praxis contra el personal de Maternidad del Hospital Guillermo Rawson fue radicada el pasado 7 de julio por Nadia Barrionuevo y Carlos Narváez, los papás del bebé. Esto fue un día antes que falleciera el niño.

Según contó la joven madre a Tiempo de San Juan, el matrimonio estaba feliz por la llegada de ese bebé. De hecho la mamá venía cumpliendo con todos los controles y estudios. El niño se encontraba sano, por lo que la fecha prevista para su nacimiento era el 6 de junio, pero la médica que la atendió le dijo que esperara más tiempo.

Fue así como viendo que el tiempo transcurría, decidieron internarla el 13 de junio. En un primer momento Nadia Barrionuevo comentó que la medicaron para apurar el trabajo de parto hasta que a la 1 del día 14, rompió bolsa. “Ahí empezó todo. Perdía líquido, pero un médico decía que no había roto bolsa. Dos enfermeras decían que sí. Eso fue horrendo, por el dolor y el manoseó. Los tres me metían las manos para saber si el bebé estaba saliendo”, relató la mujer en referencia al supuesto maltrato que sufrió en esos momentos, lo que se denomina violencia obstétrica.

La joven madre primeriza (25), manifestó que fue la peor noche de su vida. “Me pedían que hiciera fuerza en la camilla. Me hacían caminar. Llegaron a hacerme abrir las piernas, con un pie sobre una banqueta y parada, para que empujara. En otro momento me pusieron apoyada contra una camilla y pie, con las piernas abiertas, para que siguiera empujando”, relató. Al mismo tiempo explicó que  a las 8 de la mañana la llevaron a una sala y los profesionales pusieron en prácticas las maniobras llamadas “kristeller”, que consiste en apoyar y presionar su vientre con las manos y los antebrazos para empujar al bebé por nacer.

Sentía como se me subían encima y me presionaban la panza. No daba más del dolor. Así me tuvieron horas hasta que sentí que algo se cortó dentro de mí y nació mi bebé. Ahí todo fue un silencio total. Me quedé callada y mi hijo no lloraba. Después veo que se llevaban a mi hijo en brazos. Estaba morado y con la cabeza para atrás”, afirmó Nadia. Unos instantes después le comunicaron que Lorenzo, así se llamaba el niño, estaba en grave estado. “Yo lloraba, no entendía nada. Mi marido entró a verme, pero estaba destrozado y se arrodilló a llorar al lado de mi cama”, indicó.

De acuerdo al testimonio de la familia, los médicos le dijeron primero que el niño se había asfixiado con el cordón umbilical. Posteriormente descubrieron que presentaba una hemorragia en el hígado por una lesión. “Nosotros sabíamos que mi hijo estaba grave por el trabajo de parto. Si mi hijo estaba sano. ¿No entendemos por qué no me hicieron cesárea si el parto venía mal o tenía problemas con el parto normal? Les pregunté y la médica me dijo que: ‘en una clínica privada, una puede elegir hacerse una cesárea. Pero en un hospital público no, porque cuesta dinero’. Todo se hizo mal. Por eso nos asesoramos y realizamos la denuncia en la Justicia”, relató.

De manera que el bebé permaneció internado en terapia pediátrica más de tres semanas y finalmente falleció el 7 de julio a las 11 de la mañana. “Un ratito antes había estado en la sala con él. No entendía, no lo podía creer. Nos cansamos de llorar. No lo pudimos superar. A los tres días lo sepultamos, pero ni siquiera quisimos velarlo. No lo íbamos a soportar”, dijo la joven madre.

Hasta entonces, el fiscal Francisco Micheltorena ya había iniciado las primeras actuaciones. Tras la muerte, pidieron el secuestro de la historia clínica y ordenaron practicar la autopsia al cadáver del bebé. La médica forense María Beatriz Vázquez llegó a la conclusión de que el niño murió como consecuencia de una hemorragia interna por un hematoma en la zona del hígado, explicó Barrionuevo. La sospecha es que esa lesión fue producida por la presión ejercida sobre el abdomen de la madre y el propio niño que aún no nacía.

“Quiero que investiguen a la médica obstetra y a todos los que estuvieron en el parto. Sé que nadie me va a devolver a mi hijo. Nosotros lo seguimos llorando. Tengo ansiedad y a veces no duermo. Estoy yendo a un psicólogo para que me ayude. Pero nadie más puede pasar por todo lo que yo viví en el hospital y no puede morir otro niño de esta manera”, sentenció la joven madre de 25 años. De este modo el caso continúa en su etapa inicial en la UFI de Delitos Especiales, pero podría derivar en una causa penal contra parte del personal de Maternidad del Hospital Guillermo Rawson.

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