JUDICIALES

Aterrador relato de la víctima de Parisí: 'Me golpeaba contra la pared, contra el sillón'

Por primera vez habló en Paren las Rotativas la víctima del alto fucionario judicial Mario Parisí. Contó en detalle como fue la golpiza que le propinó que casi la dejó sin poder caminar.
miércoles, 16 de marzo de 2022 · 06:37

María Fernanda era pareja del Coordinador de la Unidad Conclusiva de Causas y  Colegio de Magistrados del Sistema Acusatorio, Mario Parisí a quien denunció por propinarle una golpiza el pasado 24 de noviembre que casi la dejó sin poder caminar. El testimonio de la mujer fue aterrador ya que contó con lujo de detalles qué sucedió ese día además de las intenciones de amigos del funcionario, otro empleado judicial y un reconocido médico, de que cambiara su declaración ante el CAVIG a cambio de un sobre con dólares y pasajes para el exterior. 

Hasta ahora había versiones sobre las lesiones que sufrió la mujer y cómo se presentó el caso, pero en el Paren las Rotativas, que se emitió este martes en la noche en Canal 13, la víctima de violencia de género rompió el silencio y contó su verdad estremecedora.

La mujer contó que Mario Parisí el 22 de noviembre se puso a revisarle el celular mientras ella cocinaba algo: "Yo se lo di porque no tengo nada que esconder, se lo alcancé y se puso a ver".

Acusado Mario Parisí 

En ese momento "encontró un mensaje de un amigo mío que me saludaba por mi cumpleaños que había sido el 14 de octubre: 'Hola amiga cómo estás. Feliz cumpleaños', decía el mensaje. Yo le respondí: 'Hola bonito, muchas gracias'. Ahí se puso como loco, me golpeó, me dio un cachetón terrible. Ni siquiera siguió leyendo el mensaje completo donde me decía mi amigo que le alegraba verme bien con mi pareja. El 'hola bonito' lo transformó. Yo no pensé, le pregunté qué te pasó, eran cachetadas, patadas, me tiraba el pelo, me golpeaba contra la pared, contra el sillón y yo empecé a correr por todo el departamento. Fue largo y fue en dos tandas porque en un momento se fue y volvió para continuar. 

Él siempre tuvo mal carácter y fue de agarrarme el pelo o darme empujones, yo me iba y me cazaba de los pelos. Cuando me pegaba se burlaba de mí: ¿Qué, vas a llamar al CAVIG?". 

La mujer dijo que no contaba nada por vergüenza pero esta vez la agresión llegó a límites impresionantes ya que por las lesiones practicamente no podía moverse o caminar, incluso luego de la denuncia una placa de rayos X demostró que tenía fractura de coxis por la paliza que recibió. 

La denuncia 

Al otro día de la paliza fue a realizar la denuncia al CAVIG (Centro de Abordaje de Violencia Intrafamiliar y de Género) acompañada de una amiga. "Empecé a preguntar y me revisó un médico. Me acompañó una amiga porque me dijeron que no vaya sola. Cuando mi amiga me empezó a sacar la ropa casi de descompone, se agarraba la cabeza porque no sabía yo no le había contado todo lo que tenía, la tuvieron que atender a ella también". 

A partír de ahi se abrió la investigación que vinculó al empleado judicial por violencia de género, además se vinculó a otro funcionario, Juan Pablo Ortega, y al médico Jorge Gil, amigos del agresor por intentar sobornar a la víctima y querer desviar la investigación. 

La Corte de Justicia en un principio decidió licenciar a los protagonistas de esta historia de violencia pero ya están nuevamente cumpliendo funciones en otros destinos distintos a donde estaban hasta que se conoció la denuncia. El acusado Mario Parisí cumple funciones en la biblioteca judicial y Juan Pablo Ortega fue a parar a la segunda circunscripción en Jáchal. En tanto el médico Jorge Gil sería sumariado por el Ministerio de Salud Pública y en una de las audiencias fue detenido por desobediencia judicial en otra causa, luego fue dejado en libertad. 

El papel de los amigos para convencer a María Fernanda de que no denucie y minimizar lo inocultable

"El día jueves 25 yo estaba recostada y me entró un mensaje, a los minutos me llaman por teléfono y era Jorge Gil. Yo lo conocía por Mario porque había ido algunas veces a la casa. Atiendo y me dice: `Yo escuché una campana, ahora quiero escuchar la otra pero no por teléfono, mejor personalmente porque así puedo ver tu lenguaje corporal'. Para mí eso fue otro cachetazo, se estaban burlando de mí. Entonces le dije que fuera a  casa y al rato llegó. Él entró, me abrazó y me preguntó cómo estaba. Le dije: ¿querés que te muestre? y me saqué la ropa. Cuando me vio, dio un paso atrás, se tomó la cabeza y me dijo: 'Pero qué pelotudo'. 

Me dijo que Mario le había contado y se quedó y estuvo charlando conmigo un rato largo. Ahí me dijo: 'Bueno acá hay tres opciones: una es que pague por pelotudo porque se equivocó, otra es que cada uno siga por su lado y se olvidan; y la tercera continúen la relación porque Mario quiere'. Él esperaba que yo respondiera y yo nada y él me seguía preguntando, estaba esperando una respuesta, venía decidido y todo el tiempo minimizaba lo que había pasado, para mí eran otros cachetones más. Se fue y antes me dijo: 'Bueno Fernanda pensalo porque Mario también se siente mal, yo puedo sentir el dolor de él'.

Yo estuve el resto del día ahí en casa, acostada porque no daba más entonces como a las 22.50 recibo un llamado de él y me decía que estaba abajo. Me dijo:'Abrime que tengo buenas noticias'. Yo nunca me imaginé qué buenas noticias podía traer, bajé a abrirle y cuando lo veo traía un sobre, él iba contento eufórico. 

Cuando subimos me dice: 'Fernanda, esto te manda Mario' y me puso ahí el sobre con el dinero y los pasajes. Yo le dije: ¿pero vos me estás cargando? 

Él me estaba trayendo eso, con el dolor que yo sentía, no solo el físico sino el que emocional y él traía pasajes para irme de viaje ¿A dónde me iba a ir de viaje? 

Yo no le iba a devolver nada porque cuando vi eso pensé que me iban a hacer una cama. En el estado que estaba encima tenía que estar lúcida para eso. Yo le dije que me los dejara que yo se los devolvía después pero no los quería. Cuando le aclaré eso me dijo que estaban con los abogados tratando de ayudarlo a Mario. Que querían que yo hiciera unas cosas que hablara con ellos. Ahí le llamaron a Juan Pablo Ortega y me lo pasó. 

Juan Pablo Ortega me habló y me dijo: 'Mirá Fernanda ya Mario está destruido con todo esto, por lo menos quiere salvar su imagen social'. 

No solo el mío, los nuestros y yo sentí mucha tristeza. Yo no se los iba a devolver porque cuando ya vi todo eso dije "no, me van a hacer una cama". En el estado que estaba encima tenía que estar lúcida. 
Después el tipo dice "ay no sé, ella se los quedó y esa plata". Le digo dejámelos, después se los entrego pero yo le dije que no los quería. Juan Pablo quería que yo cambiara la declaración, el principio y que dijera que yo empecé con la agresión". 

Según el relato de la víctima, Ortega insistió para que presentaran un escrito con ese cambio e, inclusive, trató de amedrentarla diciéndole que la prensa "algo sabía" y que todo "iba a saltar por algún lado".