El 18 de mayo, en un basural de Caucete, aparecieron los restos de una bebé que fue asesinada. Las autoridades pudieron demostrar que la criatura nació con vida, respiró durante algunos minutos hasta que alguien la asfixió. En ese sentido, como parte de la investigación, cuatro mujeres quedaron en la mira.

Todo comenzó cuando encontraron el cadáver envuelto en una calza femenina, dentro de una bolsa de residuos en unos cañaverales situados al costado de una calle. A partir de ahí, las autoridades comenzaron a colectar pruebas para rastrear a la mujer que dio a luz a la víctima.

El esclarecimiento de lo ocurrido está siendo encabezado por el fiscal Francisco Micheltorena y la ayudante Agostina Ventimiglia. Entre todas las pericias solicitadas, se destacan las imágenes de cámaras de seguridad y registros de embarazadas en centros de salud en fechas coincidentes. Así fue como llegaron a entrevistar a más de 500 personas.

La comunidad también realizó una veintena de llamados al 911 señalando a supuestas sospechosas. Todos estos datos, sumados a rastrillajes de policías y drones, hicieron que el universo se reduzca a tan sólo cuatro mujeres que serán citadas por las autoridades próximamente.

La intención es tomarles una muestra de ADN y cotejarla con material genético extraído del cadáver de la bebé. Si alguna de esas pruebas arroja resultado positivo, demostraría quién es la madre de la criatura. A partir de allí, habría una base más sólida para confirmar si esa persona fue quien puso fin a la vida de la víctima o si tuvo algún cómplice en dicho asesinato.