Cómo fue el calvario que vivió la niña abusada por un vecino de 80 años
Al hombre le dieron 8 años de prisión efectiva que deberá cumplir en su domicilio debido a su edad y a problemas de salud
El estremecedor hecho ocurrió cuando la niña tenía entre 11 y 12 años. La menor recurría a la finca del hombre para realizar trabajo y es ahí cuando este aprovechaba para abusarla sexualmente. La distraía a la hermana para que se fuera del lugar con el objetivo de quedarse solos.
De relación muy cercana, la víctima llamaba de forma afectiva “abuelo” a Domínguez, con quien compartía muchas horas por día, ya fuera en su casa o en la finca del que también era su patrón.
Mientras ocurrían los abusos, el tío abuelo de la víctima, a quien ella le confió la pesadilla que estaba sufriendo, comenzó a sospechar de que algo extraño estaba ocurriendo entre su sobrina y Domínguez. “Contó que venía viendo comportamientos raros, que la llevaba para atrás, que hacía diferencias con su hermanita, porque cuando les pagaba, le daba más plata que a ella”, precisó la fiscal.
La denuncia formal
Luego de que su madre formalizara la denuncia correspondiente, la niña fue convocada a declarar en una Cámara Gesell. Sus dificultades cognitivas, sumadas a los nervios lógicos de la situación, hicieron “muy difícil” la entrevista, según consideró la magistrada. “Le costaba mucho relatar el hecho”, lamentó Schott.
Al cabo de una declaración que se extendió por aproximadamente una hora y media, la pequeña pudo decir que fue abusada “entre 5 y 6 veces”. “También contó que la llevaba en su auto a un descampado cercano”, sumó la representante fiscal.
Una vez que la víctima prestó declaración, la funcionaria judicial ordenó que sea sometida a todo tipo de pericias, entre ellas médicas y psicológicas, y recabó testimonios de interés para la investigación. Con todas las pruebas en sus manos, pidió la prisión preventiva de Domínguez, pero la Justicia no hizo lugar a su solicitud. Su elevada edad y los problemas de salud que padece hicieron posible que llegara al juicio en libertad.
La condena
El proceso demandó apenas una semana y finalizó este martes. El Tribunal, presidido por el juez Juan Gabriel Meglioli, condenó por unanimidad al imputado a 8 años de prisión efectiva por el delito de abuso sexual con acceso carnal reiterado, cuando la fiscal Schott había solicitado que fueran 12.
Además, los magistrados definieron que el abusador cumpla sentencia con arresto domiciliario, al tratarse de un hombre mayor de edad y con distintos problemas de salud. “Será controlado con rondas policiales, las cuales se realizarán de forma sorpresiva y en distintos horarios”, puntualizó la fiscal.
Antes de conocer la sentencia, Domínguez hizo uso de la palabra e insistió con su inocencia. “Jamás pensé, su señoría, que en el ocaso de mi vida pasaría por todo esto. Soy inocente”, sostuvo.
Por último, la fiscal aseguró estar “satisfecha” con la sentencia, al entender que se trata de “un hombre mayor”. “Acá lo importante es que se valoró el testimonio de la niña, considerando sus limitaciones cognitivas”,