La audiencia del caso Lucía Rubiño otorgó momentos tensos. Mientras la querella intentaba que se desestimara el pedido de sobreseimiento de Juan Pablo Echegaray, solicitado por fiscalía, Belén Montilla, mamá de la joven víctima, se paró y, mirando fijo al acusado de Homicidio Culposo, le señaló al juez que el joven se estaba durmiendo.

Notablemente conmovida, Montilla le pidió respeto al acusado de participar en el choque en el que murió su hija. La mujer defendió la memoria de su hija, expresando que a Echegaray no se le veía la cara porque se estaba durmiendo. Molesta expuso que la actitud del joven acusado no era la adecuada para estar presente en la audiencia.

Además, Montilla se dirigió a fiscalía y a la defensa de Echegaray, asegurándoles que no permitirá como madre que se ponga en tela de juicio y se hable de una chica que estaba en vereda despidiendo a su novio porque su mamá la iba a buscar. “No lo voy a permitir como madre, ni como madre de esa chica ni como madre de las amigas, porque han estado muchos fines de semana en su casa", manifestó todavía de pie.

En pleno juicio, la madre de Lucía Rubiño habló para defender la memoria de su hija

La audiencia pasó a otro cuarto intermedio

La audiencia de este miércoles terminó con otro cuarto intermedio para el jueves 8 de mayo a las 16:30. En esta jornada, el abogado de la familia, Marcelo Fernández expuso los argumentos de la querella durante un poco más de 4 horas, en las que intentó convencer al juez Javier Figuerola, de que Juan Pablo Echegaray debe ser juzgado en el juicio, y no ser sobreseído como busca fiscalía y su defensa.

"Hemos demostrado con elementos de convicción con los que cuenta la causa, con pruebas y evidencia con la que cuenta la causa, le hemos demostrado al juez que todas estas cuestiones deben ser resueltas en un juicio oral y público", sostuvo el abogado

Marcelo Fernández aseguró una vez más que demostraron que Echegaray debe llegar al juicio